ARTÍCULOS EN ESPAÑOL E INGLÉS PARA ESPAÑA, AMBAS AMÉRICAS Y USA
ARTICLES IN SPANISH AND ENGLISH FOR SPAIN, BOTH AMERICAS AND THE USA

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En la NZZ apareció hace unos días en Zurich un artículo de Peter Strasser, profesor universitario jubilado que enseña Filosofía en la Universidad Karl Franzens de Graz. Su libro más reciente sobre el tema, «Apokalypse und Advent – Warum wir dagewesen werden» (Apocalipsis y Adviento – Por qué habremos estado allí), acaba de publicarse en Sonderzahl-Verlag, Viena. Ofrecemos una recensión de sus reflexiones, que ayudan a entender el gran problema del angustioso vacío interior, que actualmente ha llegado a niveles endémicos que han abierto las puertas a las ideologías del globalismo.

Introducción

Toda reflexión filosófica y antropológica sobre la identidad, verdad y el sentido existencial del hombre parte del hecho de que es un compuesto de cuerpo y alma espiritual, capaz por tanto de ser autoconsciente, de pensar y conocer y querer. Desde los albores de la historia, todas las civilizaciones y culturas han creído en un ser superior y tenían una idéntica consciencia del bien y del mal. Sin embargo, hace unos cuatrocientos años que han surgido en Occidente algunos pensadores que han cuestionado la existencia de Dios o su cognoscibilidad.

Este planteamiento tuvo hasta ahora diversos matices y la duda sobre Dios dio una primera señal de su gravedad en 1917 en Rusia. Luego siguió el nazismo y después comenzó la prosperidad material nunca antes vista en Occidente, donde fue paulatinamente dejando de lado a Dios y a la Iglesia. La fase final de este proceso se nos presenta como una ignorancia asombrosa acerca de la identidad del hombre, de su verdad y sentido, dejando la civilización occidental sin su fundamento teocéntrico. La identidad del hombre:  ser o no ser

Situación actual

Vastos segmentos de la sociedad, sobre todo en los países más ricos, presentan los síntomas angustiosos del materialismo, que supone, según el Prof. Strasser, la pérdida del sentido objetivo de la vida. A la vez manifiesta un vacío religioso que induce una profunda ansiedad que, según Strasser, puede traducirse en una fuerza política explosiva.

A diferencia del vacío existencialista asiático, el Prof. Strasser nos dice: “Tal existencialismo es completamente ajeno a Occidente. El hombre occidental busca el sentido de la vida, el sentido de la historia y, en última instancia, de la creación. Es, al menos mientras la tradición religiosa siga viva, parte de una historia de salvación. Esta tiene un comienzo paradisíaco, una caída en el pecado, un interregno de milenios en el valle de lágrimas, que se considera que es nuestra tierra, hasta -según la revelación judeocristiana- el retorno del Mesías al final de los tiempos y la aparición de la Nueva Jerusalén “.

Si indagamos en Wikipedia por los ´nuevos movimientos religiosos´, nos sorprenden 135 registros, y si introducimos el concepto ´esoterismo ´aparece lo mismo. Resulta que hoy por hoy no hay nada que se considere tan mundano como para que no pueda ser trasladado a la esfera del éter, de la astrología o del misterio. Y todos estos nuevos fenómenos son síntomas de que sus fundamentos están en la lejana antigüedad. Es decir, manifiestan cierta nostalgia por aquel paraíso perdido de la antigua sabiduría judeo-cristiana que dio grandeza a nuestro Occidente cristiano.

Y, es más. El Prof. Strasser nos dice: “Nuestro estilo de vida liberal, tolerante y democrático, que pretendía satisfacer la necesidad de sentido de los ciudadanos, está a punto de derrumbarse en la angustia por el sentido perdido “.

El nuevo mercado de las pseudoreligiones

Comentando a Strasser me parece que cabe parafrasear al revés a Karl Marx:  que el bienestar materialista y sin Dios es el opio del pueblo. Ante la patencia de la falta de identidad, verdad y sentido en la vida de los hombres, se ha creado toda una industria de productos y servicios que ayudan por momentos a sobrellevar esta singladura sin rumbo. Por ejemplo, esto lo podemos apreciar en el cine, en Youtube, en la sublimación a nivel cuasi religioso del medio ambiente, en las ideologías WOKE, LTGB y genderismo.  Estas ideologías pretenden ofrecer un cierto sentido a la vida. Y este sentido es miserable, indigno del hombre, porque se mueve dentro de la esfera de pensamiento materialista, negadora de Dios y de la trascendencia. Es miserable también porque se fundamenta en mentiras, o al menos en pseudociencia, como es el caso del terrorismo ecologista en torno al CO2. El cuento del CO2

Sin embargo, aquí sería una omisión importante no ver los enormes movimientos de retorno del hijo pródigo a la casa del padre. En este sentido hay miles de páginas web – como la nuestra -, cientos de películas, libros y acciones mediáticas que poco a poco están abriendo los ojos a la gente. En todo el mundo la pandemia ha socavado la confianza en el estado, cerrado a reconocer la identidad del hombre, de su verdad y de su sentido.  Hoy sólo caben en el fondo dos posturas: o uno se deja encandilar por el bienestar materialista o se decide a embarcarse en la bella aventura de la propia conversión a Dios.

Esta alternativa también hoy ejerce un atractivo irresistible para mucha agente que se atreve a levantar su mirada hacia un horizonte de verdadera libertad y dicha. Pero no se trata de demonizar ni el mercado abierto, ni el consumo, ni el bienestar, sino sólo la intención torcida con el que es disfrutado con fatal regodeo ateísta, como si tuviese un valor máximo o fuese el fin último de la vida. Y en este triste momento, se cae en el engaño de pensar que uno es más libre porque se ha sacudido de encima los diez mandamientos y a Dios mismo. La conciencia como libertad ante la verdad

Los abusos del Estado

Volviendo al texto del Prof. Strasser, nos dice el estado ha relativizado abusivamente las exigencias de la democracia, al permitirse una connivencia noc las ´mafias científicas´. Esto da lugar a la sospecha de una conspiración encubierta, que explicaría el inconformismo que han manifestado las campanas negadoras de la última pandemia. Lo cierto es que el estado ha ido rechazando sucesivamente los datos científicos en este asunto. En esta atmósfera política están surgiendo, por tanto, formaciones colectivistas, basados en una especie de fundamentalismo, siempre dentro de la burbuja de la ignorancia de la identidad, verdad y sentido en la vida del hombre. Son movimientos análogos al fascismo. Citamos al Prof. Strasser:

´´También en Europa se está percibiendo la presión que se observa en muchos países, donde el concepto de pueblo está adquiriendo una connotación religiosa en las mentes de seductores populares, que llegaron al poder a través de eslóganes nacionalistas. Y así, del acervo de la tradición se pretenden extraer mitos munidos de dogmatismo ortodoxo, con la idea de ser reactivados con el fin de conferir a la política in significado de salvación “.

“A lo que deberíamos prestar especial atención en el futuro -y será un futuro de crisis múltiples y globales- es la pérdida del sentido objetivo de la vida. Y a esto sigue el vacío existencial y la angustia. Así, en nuestras sociedades posmodernas está apareciendo en este sentido un nuevo comportamiento adictivo. Este vacío se recubre cada vez más con enseñanzas y actividades irracionales, cuya defección puede conducir a comportamientos suicidas, hiperagresivos y desbocados “. ¿Por qué el globalismo apoya a la izquierda?

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