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https://www.youtube.com/watch?v=L2FTdMiqotk
Peter Kopa, Praga, 13.2.2023
Antes de entrar en el tema del proceso democrático II, sugerimos ver las formas de manipulación de votos en América Latina y USA. Basta ver video de 5´ incluido en el artículo: https://www.dw.com/es/manipulaci%C3%B3n-de-elecciones-en-am%C3%A9rica-latina-un-cuento-de-nunca-acabar/a-57749124 . Sin embargo, en Europa también hay casos. Hoy, con pocas excepciones, en esta cuestión ningún país puede tirar la primera piedra, según lo dicho por Jesús ante la mujer adúltera. El proceso democrático tiene básicamente dos aspectos: la elección de los gobernantes y luego la acción misma del gobierno de un país.
De entrada, hay que reconocer que el estado ha hecho mucho bien desde que la ciencia y la técnica han permitido construir paulatinamente una impresionante infraestructura de transporte, de distribución de energía, de comunicación electrónica y de atención médica. Este desarrollo ha disparado, primero al Occidente, a niveles de bienestar sin precedentes, seguido luego por los países asiáticos líderes y de África.
Lamentablemente, el creciente decaimiento moral de los ciudadanos ha traído consigo el que el hombre haya perdido la consciencia de su identidad, cayendo en un abandono de los principios éticos que son la condición sine qua non de un buen estado. Y así llegó a ser fácil víctima de los depredadores ideológicos sin buen espíritu, cuyo resultado más patente es el error materialista comunista y nazista, que se han metamorfizado hoy en versión woke, ltgb, genderismo y terrorismo ecologista.
La elección de los gobernantes por votación
Ruego leer nuestro artículo ´cómo votar mejores políticos´. El proceso de elección se desvirtúa porque se tiende a votar partidos y no personas, o bien se votan personas en cuanto cabeza de un partido que antes lo ha puesto en la candelera. Esto explica el distanciamiento que vemos entre el votado y sus votantes, que por razones obvias resulta muy difícil en grandes países. Y la tecnología digital no resuelve el problema. La solución que se impondrá en el futuro es la condición de la capacitación previa durante un periodo de varios años, igual que un estudio universitario, durante el cual tendrán que incluirse formas de acercamiento a la ciudadanía.
Tal como lo demuestra Daniel Levin (¿Por qué el perfil bajo de los políticos? ), los ciudadanos de perfil bajo son los que más buscan una función oficial, porque para ello no hace falta ningún tipo de preparación.
La acción misma del gobierno
Hablar hoy sobre el gobierno es partir de la situación de hecho, de que estamos ante un aparato gigantesco que tiende a imponer leyes y reglamentos excesivos, creando estructuras que se oponen al principio de subsidiariedad. Así, el estado provoca una lamentable pasividad ciudadana. El estado está en peligro de convertirse en el Leviatán maquiavélico de Hobbes. Lo que es una estructura de servicio para el bien del ciudadano se inclina a servirse a sí mismo y a la caterva de funcionarios parasitarios, que son aquellos que se aprovechan de ella injustamente, de una u otra forma, en favor propio.
Esta situación de hipertrofismo estatal puede degenerar en un bandidismo estatal, que surge cuando personas criminales usurpan el mando político de un estado para desangrarlo en su favor, sirviéndose de un pretexto ideológico de ayuda a la justicia social. Esto funciona algún tiempo, hasta que un doloroso proceso revolucionario los eche del poder. En este sentido tenemos delante a los más notables como Venezuela, Cuba, Nicaragua, China, China del Norte etc.
Tanto estos países como sobre todo los países líderes -exceptuando Rusia- están sufriendo el fuerte control político del globalismo, tal como se nos ha presentado abiertamente en la última reunión del Foro Económico Mundial en Davos, hace unas semanas. Klaus Schwab y sus seguidores han sido muy claros, diciendo que están poniendo en marcha la imposición de un nuevo orden mundial, en el que los ciudadanos pasarán a ser ovejas felices sin derechos. Y los hilos que manipulan todo parten de las organizaciones internacionales controladas por ellos, o bien de personas concretas que se han dejado corromper o someterse a sus dictados a cambio de alguna ventaja.
La creciente burocracia perfeccionista, a la manera propalada por la UE, se hincha ilimitadamente, provocando una creciente carga fiscal y reguladora que sofoca la actividad económica y laboral y termina empobreciendo al ciudadano. También aquí se echa mano de alguna justificación ideológica, siendo la más frecuente el dogma ecologista, que además dicta sentencia inapelable contra el hombre mismo. Para esto, como bien sabemos, se dice que es el culpable del aumento del C02 en la atmósfera: El cuento del CO2
En el ejercicio de la autoridad gubernamental se observa un notable apegamiento al cargo político, que entre otros indicios se manifiesta en el rechazo del referéndum, que la comunicación digital lo haría muy fácil, con las medidas de seguridad necesarias contra la manipulacón de hackers. Democracia en flujo digita
Reacción de la base ciudadana
Los ciudadanos ya no pueden ni deben seguir pasivos ante esta situación. Tienen que tomar conciencia de que el proceso democrático lo tienen que volver a controlar ellos según cómo lo dispone la propia constitución y los derechos inalienables de la persona. No basta elegir un gobierno, cada cuatro a cinco años, sino que, durante el periodo electoral, el ciudadano tiene que seguir y vigilar la gestión del gobierno, a través de iniciativas propias. Por ejemplo, sobre todo a través de redes sociales, tiene todo el derecho a peticionar al gobierno en puntos concretos. Tiene que seguir las fases previas de la emisión de las leyes, para parar proyectos de ley dañinos o inconstitucionales. Y todo esto a un costo cero, gracias a la tecnología digital.
Esta actitud exige del ciudadano, que quiera mejorar el proceso democrático, una actitud activa y la renuncia a distraerse demasiado con la TV o al tiempo que dedica al deporte etc. El bienestar de la gente, si bien aquejado hoy por tantas crisis como la pandemia, la inflación, la guerra en Ucrania, los movimientos migratorios etc., hace que el individuo le cueste mucho poner a riesgo su buena vida. Da la impresión de que los problemas tienen que agudizarse todavía mucho más, hasta que se llegue al punto de ruptura, que tendrá manifestaciones diversas según los países.
En el siglo XX, por ejemplo, observamos estos puntos eruptivos en la Cristiada mejicana, en la revolución civil española y la segunda guerra mundial. No mencionamos la revolución rusa, que se produjo por instigación ideológica desde el exterior, ni la primera guerra mundial, que fue el triste resultado de un nefasto juego de poderes nacionales. Y en la segunda guerra mundial fue Hitler el que supo aprovecharse del ambiente de gran descontento en Alemania, para encender la mecha de la bomba bélica.
