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La falta de trigo puede matar a 200-300 millones
Peter Kopa, Praga, 17.6.2022 – Recensión – The English version follows below.
La guerra en Ucrania está disminuyendo gravemente la exportación de trigo, ya que casi un 30% de su exportación tienen lugar en los puertos del mar negro. Rusia ha bloqueado hasta ahora este flujo, tan importante para la alimentación humana, para forzar la cancelación de las sanciones económicas en contra suya. De este trigo depende la alimentación de 400 millones de personas en diversas zonas del mundo, mientras que en el puerto de Odessa los silos de trigo, maíz y cebada están llenos a reventar (¿Colapso global de la cadena de suministro?)
El riesgo de hambrunas
Más de 250 millones de personas en todo el mundo ya ahora están al borde del hambre, porque el aumento enorme de los precios del grano puede provocar serías carestías que castiguen a 1,6 mil millones de personas en todo el mundo. Se prevé que la cosecha de trigo en Ucrania en este verano será sólo de 20 millones de toneladas, 12 millones menos que en el 2021, debido a la guerra. Aun así, Ucrania necesita para sí la mitad de la misma, pudiendo así exportar la cantidad restante.
La alternativa de transportar el trigo por tierra hacia los puertos de mar de Gdansk y otros resultaría carísima y muy limitada, y la capacidad del puerto en Rumania es muy exigua. Pero a pesar de estas dificultades, Ucrania logró exportar por tierra 1.5 millones de toneladas de grano a la UE, esperándose llegar al doble al final de este verano.
Rusia tiene que abrir los puertos del mar negro
Este asunto lo está intermediando Turquía, pero no se saba cuándo habrá vía libre. Otro problema son las minas puestas en el mar, que primero tendrá que ser eliminadas. Los rusos han confiscado hasta ahora unas 500.000 toneladas de trigo, que en su mayoría fue enviado a Siria, un aliado de Rusia.
El trigo ruso
El Ministerio de Agricultura de USA estima que Rusia exportará en 2021/2022 33 millones de toneladas de trigo, hasta fines de junio. No existen sanciones algunas contra Rusia en este tipo de venta al exterior. Sin embargo, Rusia por su parte bloqueó la exportación de grano hacia los países de la Unión Económica Eurásica, que son Kazajstán, Armenia, Kirguistán y Bielorrusia. La situación geopolítica de Rusia
Países más castigados por la carestía de trigo
En el sudoeste asiático sufren este problema el Vietnam, Indonesia y Filipinas, que son los principales importadores del trigo ucraniano y ruso. Sin embargo, estos países están en condiciones de defenderse gracias a la propia producción de arroz, que da el doble de calorías que el trigo por unidad de superficie cultivada.
La situación se presenta sin embargo mucho peor en África y en el Oriente Medio, porque aquí el pan no tiene sucedáneo, con el agravante de que estas zonas del mundo cubren la mayor parte de sus importaciones de trigo desde Rusia y Ucrania. Esta dependencia puede llegar hasta el 90%, según declaraciones de John Baffes, un experto en economía agrícola en el Banco Mundial. Egipto, el primer país importador de trigo a nivel mundial, se abaste en más del 80% con trigo procedente de Rusia y Ucrania. Libia importa igualmente un 43% y Yemen un 23% de ambos países mencionados (
Los países que más sufren son los que no tienen cultivos propios de trigo y son a la vez los más pobres, dependiendo enormemente del trigo exportado desde el mar negro: Yemen, Afganistán, Siria, Etiopía. El Tschad se ha declarado en este sentido en estado de eminente urgencia. El ´World Food Program´de las Naciones unidas ha dicho que en todo el mundo están en serio peligro de morir de hambre 276 millones de personas y que en el 2022 habrá exiguas cosechas debido a sequías en la China e India. Este último país cosechaba hasta ahora 100 millones de toneladas de trigo, pero en el año en curso han tenido que bloquear las exportaciones.
En el sur de África imperan análogos problemas, teniendo que afrontar una sequía sin precedentes, que hará bajar la producción del trigo entre un 20% hasta un 50% según las diversas regiones.
Fuente de nuestra recensión: N. Z. Zeitung en alemán, Zuerich, 14.6.22
Comentarios de la redacción
El problema de la falta de trigo se agrava aún más por el hecho de que Rusia había cubierto siempre el 40% de las exportaciones mundiales de abonos, sin los cuales la producción agrícola mundial podría bajar un 30%. Se trata del nitrógeno, fósforo y del potasio, cuya exportación sufre las consecuencias de las sanciones económicas impuestas a Rusia. Estamos por tanto ante una situación delicada, que tendría que ser bien conocida por los gobiernos, porque la misma se presta a especulaciones con el fin de ganar márgenes en la oscilación de los precios en las bolsas mundiales, y también en la comercialización física, tanto de los productos agrícolas como de los abonos. Nuevamente son las multinacionales las que harán las movidas en los mercados y es de esperar que no se tolere la formación de carteles y monopolios, que serían responsables de la muerte por hambre de millones y millones.
Vemos, así como el control sobre la producción de alimentos puede ser un arma terriblemente eficaz, tanto en manos de ciertos gobiernos, como en mano de las multinacionales. Cabe aquí recordar la hambruna gigante provocada por Stalin, que costó la vida a 25 millones en Ucrania, que tiene la tierra más fértil del mundo.
Está por ver si los globalistas, Soros, Gates, OMS etc., ante el problema del hambre, repartirán pan al igual como lo han hecho hasta ahora con las vacunas. Sus campañas contra el tétano, en África, Perú y en el Caribe, han esterilizado de paso a millones de mujeres, debido a substancias añadidas al elemento antitetánico.
