La estrategia china para controlar el mundo es una consecuencia de la doctrina de las «3 guerras», que está en la base de la extensa campaña del PCCh para infiltrarse en Occidente: informe de Cathy He, una periodista afincada en Nueva York que se especializa en temas relacionados con China. Anteriormente trabajó como abogada del gobierno en Australia. Se incorporó al Epoch Times en febrero de 2018.
Artículo traducido del The Epoch Time del 28 de septiembre de 2021 y actualizado el 29 de septiembre de 2021. Nuestros comentarios siguen al final.
Guerra psicológica. Guerra de opinión pública. Guerra legal.
Conocidos como la doctrina de las «tres guerras» y relativamente desconocidos en Occidente, estos conceptos sirven como estrategias clave que guían al Partido Comunista Chino (PCC) en su intento de ganar una guerra contra el mundo libre sin acudir a las armas.
La guerra psicológica busca desmoralizar al enemigo; la guerra de opinión pública busca moldear los corazones y las mentes de las masas; la guerra legal busca utilizar los sistemas de derecho para disuadir los ataques del enemigo.
Esta explicación fue expuesta en un informe de 650 páginas, que contiene la estrategia china para controlar el mundoas, recientemente publicado, que ofrece una ilustración completa de las operaciones de influencia global del régimen comunista chino. El informe en francés fue publicado por el Instituto de Estudios Estratégicos de las Escuelas Militares (IRSEM), una agencia independiente afiliada al Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia.
Combinados con otra doctrina clave del PCCh, denominada «Frente Unido», estos principios han sustentado una impresionante campaña del régimen chino para ampliar su influencia e infiltración en las democracias occidentales, según el informe.
El Frente Unido, descrito por el primer líder del PCCh, Mao Zedong, como un «arma mágica», es una política que, según el informe, implica que el régimen «elimine a sus enemigos internos y externos, controle a los grupos que puedan desafiar su autoridad, construya una coalición en torno al Partido para servir a sus intereses y extiender su influencia al exterior».
El informe se produce en medio de un creciente rechazo de Occidente contra las agresiones del PCCh, que incluyen sus graves abusos de los derechos humanos, el robo desenfrenado de la propiedad intelectual, la coerción económica y la firmeza militar.
Las tres guerras en todo el mundo
Guiado por estas estrategias, el régimen chino ha construido una infraestructura de alcance mundial que consiste en una amplia red de agentes estatales y no estatales para ejecutar sus planes.
Según el IRSEM, las operaciones de influencia de Pekín en el extranjero tienen dos objetivos principales: «seducir y subyugar a las instancias extranjeras, creando una narrativa positiva de China», y «sobre todo, infiltrar y coaccionar».
«La infiltración tiene como objetivo penetrar lentamente en las sociedades contrarias para obstaculizar cualquier inclinación a actuar en contra de los intereses del Partido», decía el informe.
«La coerción corresponde a la expansión gradual de la diplomacia ‘punitiva’ o ‘coercitiva’ para convertirse en una política de sanción sistemática contra cualquier estado, organización, empresa o individuo que amenace los intereses del Partido».
Los objetivos de las campañas del PCCh abarcan todo el espectro de la sociedad. Los campos de batalla clave son la educación, los medios de comunicación, la política, la cultura y los medios sociales.
El trabajo del Frente Unido en acción
Según el informe francés, gran parte de los esfuerzos del Frente Unido de Pekín en el extranjero se llevan a cabo a través de una «nebulosa red de intermediarios», difusamente coordinada por los órganos del PCCh, incluidas las embajadas y consulados chinos, y el Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido.
En un discurso pronunciado en 2020, el entonces subsecretario de Estado para Asuntos de Asia Oriental y del Pacífico, David Stilwell, dijo que el PCCh se sirve de miles de grupos en el extranjero que llevan a cabo operaciones de influencia política, reprimen movimientos disidentes, reúnen información de inteligencia y facilitan la transferencia de tecnología a China.
Aunque algunas organizaciones del Frente Unido declaran públicamente su afiliación a Pekín, aunque «la mayoría trata de presentarse como ONG independientes de base, foros de intercambio cultural, asociaciones «de amistad», cámaras de comercio, medios de comunicación o grupos académicos», dijo Stilwell en su momento.
En relación a la estrategia china para controlar el mundo, una investigación realizada en 2020 por Newsweek encontró unos 600 grupos de este tipo en Estados Unidos.
Uno de esos grupos destacados en el informe francés es la Fundación de Intercambio China-Estados Unidos (CUSEF – China United State Exchange Foundation). Se trata de una organización privada sin ánimo de lucro con sede en Hong Kong, dirigida por el multimillonario y funcionario del régimen chino Tung Chee-hwa, que se presenta a sí mismo como un grupo independiente que trabaja para proporcionar diálogos e intercambios entre Estados Unidos y China. Pero, en realidad, «funciona como una tapadera para el gobierno de la RPC [República Popular China]», afirmaba el informe, citando las conclusiones de un estudio realizado en 2020 por la Fundación Jamestown, un think tank con sede en Washington. El grupo también está registrado bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de Estados Unidos (FARA).
El grupo ha establecido una serie de asociaciones con una serie de prestigiosos think tanks y universidades estadounidenses, que el IRSEM calificó como un intento de «blanquear» sus actividades de influencia. Entre sus socios se encuentran la Universidad Johns Hopkins, el East-West Institute, la Carnegie Endowment for Peace, el Atlantic Council y la Brookings Institution.
A principios de este año, los vínculos de CUSEF con la Fundación Carnegie para la Paz Internacional salieron a la luz durante la ceremonia de nombramiento del director de la CIA, William Burns. Antes de su nombramiento, Burns fue presidente del think tank. Ante las críticas de los legisladores republicanos, Burns dijo en la audiencia del Senado que había «heredado» la relación de Carnegie con CUSEF, pero que cortó los lazos con el grupo «no mucho después» de comenzar su mandato en 2015. Burns dijo además que estaba «cada vez más preocupado por la expansión de las operaciones de influencia china.»
El grupo también patrocina muchos diálogos de alto nivel entre funcionarios del PCCh y figuras militares y políticas estadounidenses, según el informe francés.
Los medios de comunicación estadounidenses también han sido un objetivo preferente de CUSEF. Ha organizado viajes a China para más de 120 periodistas de casi 50 medios de comunicación estadounidenses desde 2009, sobre lo cual había informado en su momento The Epoch Times.
Entre 2009 y 2017, CUSEF también organizó una serie de cenas y reuniones con ejecutivos y editores de 35 medios de comunicación, incluyendo la revista Time, The Wall Street Journal, Forbes, The New York Times, The Associated Press y Reuters. Los archivos FARA del grupo describen las cenas, organizadas por el fundador de CUSEF, Tung, como «inestimables por su eficacia a la hora de conseguir el apoyo de los líderes de la industria periodística».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con CUSEF para recibir sus comentarios sobre el particular
Represión
Las poblaciones chinas étnicas de ultramar, incluso las que no eran ciudadanos chinos, se consideran «objetivos prioritarios» de las operaciones de influencia de Pekín, según el informe francés. Uno de los objetivos, según el IRSEM, es controlar a la diáspora para que «no represente una amenaza para el poder chino»; el otro es «movilizarlo para que sirva a sus intereses».
Descrito por Freedom House como el mayor responsable de la represión transnacional en el mundo, Pekín ha tomado como blanco de ataques a toda una serie de grupos disidentes radicados en el extranjero, como los musulmanes uigures, los activistas de derechos, los defensores de la democracia en Hong Kong y los practicantes de Falun Gong.
Las víctimas sufren agresiones físicas, amenazas, vigilancia, acoso e intimidación por parte de agentes chinos o de sus apoderados, en persona o en línea, afirmó el grupo de defensa en un informe de febrero.
En un ejemplo extremo, Freedom House señaló el caso de Sun Yi, un practicante de Falun Gong que sobrevivió al encarcelamiento en el conocido campo de trabajo chino de Masanjia. Falun Gong es una práctica espiritual que ha sido brutalmente perseguida por el PCC durante más de dos décadas.
Mientras estaba detenido, Sun metió una carta de SOS en una decoración de Halloween para exportarla. Más tarde fue encontrada por una mujer estadounidense en 2012. Filmó un documental con imágenes encubiertas que detallaban sus experiencias y escapó a Indonesia.
En 2017, Sun murió de insuficiencia renal repentina. Su familia dijo que Sun nunca tuvo problemas renales, y el hospital no dio detalles concretos de su muerte y se apresuró a incinerar su cuerpo. No se realizó ninguna autopsia. Estas circunstancias han hecho que los partidarios de Sun sospechen de un juego sucio.
Comentario de la redacción: China quiere infiltrarse y someter a todo el mundo bajo su mando
20 aňos de infiltración comunista en Latinoamérica
Los estados del mundo – sobre todo USA-, son el blanco de la agenda de infiltración china, sin que las víctimas sean del todo conscientes del alcance de este ataque. Esta guerra no violenta tiene lugar en el plano político, económico y cultural. Como inversores, los chinos han adquirido minas estratégicas, recursos de petróleo y gas, puertos navales, fábricas etc. O bien han firmado contratos con estados para la explotación de minas o construcción de infraestructuras. Y todo envuelto en una atmósfera propicia para la creación de una imagen propia positiva y sonriente. Especialmente los países latinoamericanos (Latinoamérica, entre USA y China) tienen que tener, cara al futuro, muchísimo cuidado para no seguir entregando a los chinos sus más preciados tesoros como es la propia soberanía, su cultura y sus riquezas naturales.
Influencia política
Cuando les parece conveniente, los chinos organizan demostraciones políticas, dispuestos en todo momento a falsificar votaciones y comprar alianzas a todos los niveles en la gestión del estado. Y esto desde el trasfondo ideológico comunista, (Comunismo, cien anos después) que ve en el individuo algo así como una oveja, a la que hay que pastorear, para ir esquilando su lana y al final para sacrificarla. La estrategia china ya no es la violencia directa, porque termina destruyendo muchas vidas que les podrían ser útiles, y también porque la violencia militar o revolucionaria destruye las ciudades y la infraestructura. Ahora mismo se despliega ante nuestros ojos este modo de comportamiento hacia Taiwan.
La estrategia de esta lucha es identificar y fomentar los movimientos políticos en un país -no importando que incluso se sitúe en la derecha del espectro político – siempre que ofrezcan condiciones de control directo mediante ayudas financieras y compra de alianzas mediante la corrupción. Es análogamente comparable a una multinacional, que, para entrar en un nuevo país, busca efectos sinérgicos mediante la compra de una o varias empresas competidoras. Aquí se abre un gran horizonte para el periodismo investigativo, que haría un gran bien.
Para esto, hace ya muchos años la China se ha centrado sobre todo en el país líder mundial, lo USA: primero vimos las exportaciones hacia este país, luego cómo las multinacionales occidentales han ido a la china en busca de mano de obra barata. Luego ha seguido la fase del ´reshoring´ o salida de la China, porque el estado está sofocando las inversiones occidentales mediante leyes que prácticamente buscan la expropiación.
Guerra de las ideas
China sabe cómo vigilar a cada persona, aunque se trate de cientos de millones fuera de la china. Se aprovecha del vacío relativo de firmes convicciones morales para difundir su cultura comunista, mediante los mass media que tienen bajo su influencia directa, mediante miles de fundaciones y entidades culturales. En Estado Chino no respeta a los cristianos ni a ninguna otra religión, aunque hagan concesiones para no perder la cara ante el mundo occidental. Pero el ´Kulturkampf´ cultural está declarado como una guerra contra todo lo que se oponga al modo de pensar comunista. Basta ver cómo se hace la cosecha de órganos humanos, que supone al estado chino unos ingresos importantes. Y no está claro de que maten sólo a los criminales condenados a muerte. Luego están los campos de concentración y tantas otras organizaciones de maltrato y persecución.
Las ideologías aparentemente americanas del LGTB, BLM y Woke (¿Que es WOKE? ) son inoculaciones de activismos políticos, cuyos gérmenes han sido criados en los laboratorios chinos de pensamiento político comunista. Y el primer país elegido para este experimento ha sido USA, porque lo que aquí echa raíces se transmite casi a costo cero a Europa y luego a los demás países del mundo. ¿Cómo no ver aquí ciertos paralelismos con la pandemia del Covid 19, que ha salido de los laboratorios de Wuhan? La guerra biológica es otra estrategia china que pretende debilitar al mundo para que así sea más propenso a aceptar la mano ´salvadora ‘china en el sector político, económico y cultural.Agenda 30: drástica despoblación mundial
Una respuesta a “Estrategia china para controlar el mundo”
[…] Hamid Sabi -consejero independiente del Tribunal de China, con sede en Londres, que dijo que la extracción forzada de órganos había tenido lugar «a una escala significativa» en China- en una conferencia de prensa en Bélgica el 27 de octubre – y que las autoridades chinas han utilizado el testimonio de la Cruz Roja de China para contrarrestar la presión de Europa, Estados Unidos y otros países para que ofrezca transparencia sobre su programa de donación de órganos.Estrategia china para controlar el mundo […]