Los ataques de Cancel Culture
Peter Kopa, Praga, 16.8.2022
Cancel Culture es uno de los frutos excogitados por el globalismo, muy emparentado con LTGB, genderismo y Woke. Cancel Culture ha sido diseñado especialmente como arma de ataque en la esfera educativa y universitaria, sin dejar tranquila a cualquier institución que les huela a valores tradicionales. Aquí también se trata de destruirlo todo, para preparar el terreno al nuevo orden mundial propalado por la agenda Davos 2030. ¿Por qué el globalismo apoya a la izquierda?
El 16.8.2022 apareció en la Neue Z. Zeitung en Zuerich un extenso artículo sobre Ralf Höcker, un abogado mediático alemán en Colonia. Contra los ataques mediáticos ha defendido al presidente turco Recep Tayyip Erdogan, al experto en meteorología Jörg Kachelmann, a la modelo Heidi Klum, a la AfD y a otros partidos alemanes. Es el abogado mediático más temido y respetado en Alemania. Representa sobre todo a profesores contra grupos agresivos de estudiantes que pretenden forzarles a la renuncia a sus cátedras. Como es sabido, estos ataques comenzaron en USA y pronto se difundieron a otros países, presumiblemente siguiendo un plan preestablecido.
Abajo ofrecemos una recensión del texto alemán:
Estrategia defensiva
Hoecker recomienda que ante ataques hay que evitar a toda costa el pánico y la consecuente resonancia mediática, que es precisamente lo que busca provocar la Cancel Culture. Recomienda aguantar tranquilo la tormenta hasta el momento en el que al adversario no se le ocurra nada nuevo que decir. Lo peor es mostrar debilidad y entrar al juego preparado por el grupo de Cancel Culture.
Citamos a Hoecker: «Por ejemplo, mi bufete de abogados está defendiendo el caso de Paul Cullen, que es un profesor asociado de la Universidad de Münster. Cullen es un médico católico irlandés que da conferencias sobre la diabetes y los lípidos en la sangre. También es presidente de «Médicos por la Vida» y, por tanto, se pronuncia en contra del aborto. Por ello, el Comité General de Estudiantes (Asta) y algunos estudiantes de medicina críticos querían forzar su salida del cargo. “
Hoecker habla abiertamente con los atacantes que se manifiestan públicamente sobre el caso. De este modo anima el ambiente y logra desdramatizar el asunto. En este caso propuso a los estudiantes de la facultad de medicina, en una carta abierta, para que se someta a votación si el Prof. Cullen debía o no seguir ensenando. Y como era de esperar, los estudiantes no quisieron acudir a la votación y Cullen sigue dando sus clases. Los agresores son siempre unos pocos, pero cuentan con el apoyo de alguna instancia en la que tienen colocada su gente
Situación en las Universidades y asociaciones
La triste realidad es que en las universidades y en las asociaciones reina el miedo a los activistas de Cancel Culture, porque piensan que si no nos distanciamos de la persona atacada nos convertiremos en los siguientes blancos de ataque. Por eso, la mayoría de las Universidades y asociaciones se dejan manipular por el miedo desnudo a los activistas de Cancel C. Lamentablemente, esta triste actitud se repite en los demás países, y recuerda a los silencios culpables de los alemanes cuando veían claramente los males que iba a traer en un pronto futuro el nazismo.
El contraataque hasta mediante los tribunales
Citación textual de las palabras de Hoecker: “Actuamos contra las más viles calumnias y contra todo aquel que difunda información falsa o insultante sobre Marie-Luise Vollbrecht (profesora). Estamos tomando medidas contra la propia Universidad de Humboldt, que ha afirmado que Vollbrecht viola los valores de la universidad. Queremos sacar esta cita del mundo para que no se le pegue a nuestra clienta el resto de su vida. El empresario tiene la obligación de cuidar a sus empleados. La universidad ha incumplido esto y debe restablecer su deber de defender a su profesorado.
Se le conoce por amenazar e intimidar al adversario incluso antes de utilizar los recursos legales. ¿También en este caso?
Por supuesto que hago amenazas. Hay que amenazar con consecuencias negativas para que cesen los ataques ilegales a un cliente.
¿No es también una forma de cancelación?
Sí, pero se trata de la anulación de declaraciones ilícitas y no de personas. Algunas declaraciones son permisibles y útiles en el discurso público, otras no. Las denuncias falsas no entran en el ámbito de la libertad de expresión.
Hasta aquí la recensión del artículo sobre el abogado Ralf Hoecker.
Conclusiones
Los grupos agresivos mencionados inicialmente son refritos del marxismo. Suelen ser personas de perfil moral y profesional bajo, que han hecho de la agitación su profesión, porque la organización oculta que les apoya les paga todos los gastos y un buen dinero para vivir en holganza académica. Su fuerza la reciben principalmente de los mainstream-media globalistas, que controlan aprox. un 80% de los medios (cine, tv, radio, prensa digital y en papel, y las tres grandes redes sociales), porque siempre apoyan sus acciones, o al menos las silencian, pero nunca elevan protestas, porque sería políticamente incorrecto. Crítica a los mainstream media
Cuando el Cancel Culture ataca, hay que aguantar y luego dar la cara, tomando un abogado y acudiendo en su caso a los tribunales. La Constitución y las Leyes suelen ser mejores de lo que se piensa, sobre todo condenando el delito de difamación y denigración del buen nombre.