La infiltración WOKE en la sociedad II
La redacción, Praga, 25.6.2025
https://www.youtube.com/watch?v=q35wez4xmdg&ab_channel=PabloMunozIt
Paralelismo de WOKE con la Iglesia
Este artículo es una continuación del escrito precedente titulado ´La infiltración WOKE I. Los paralelismos del Wokismo con la Iglesia Católica no son casuales ya que toma prestada la forma de la fe, pero sustituye su esencia. Los contornos de esta nueva ortodoxia se pueden encontrar una amplia gama de realidades como la raza, género, clima, capitalismo, colonialismo y muchos más. Consideremos solo tres de estos conceptos, tal y como los presentan el periodista independiente Michael Shellenberger y el filósofo Peter Boghossian:
Bajo la concepción de la raza se condena no sólo la esclavitud sino la supremacía blanca como pecados originales. Los blancos son los condenados, los líderes del BLM y los activistas raciales pasan a ser los elegidos, y los cuerpos negros y morenos son víctimas sagradas. No quiere verse el declive del racismo y el éxito económico asiático, se rechazan como herejías.
En el activismo climático, los combustibles fósiles son pecaminosos, las empresas petroleras y los escépticos son los demonios, y figuras como Greta Thunberg forman los elegidos. El reciclaje, las protestas y la defensa del Net Zero son los rituales, mientras que la disidencia —como el apoyo a la energía nuclear o el elogio de la riqueza y el crecimiento— es tabú. https://thinktanklatam.org/criminalizacion-del-hate-speech/
El género humano binario es otro pecado original. Woke propugna la fluidez de géneros, por lo que los activistas trans son el sacerdocio. Los rituales públicos incluyen declaraciones de pronombres y cuidados que afirman el género y se silencian sus fracasos y danos irreversibles, que pasan a ser tabú.
El feminismo, la descolonización, el anticapitalismo y la teoría queer siguen el mismo patrón. Todos tienen víctimas sagradas, élites morales, un discurso purificador y duras penas para los disidentes. Aunque los detalles difieren, la estructura es dogmática e intolerante con la verdad, porque están firmemente anclados en el marxismo.
A diferencia del cristianismo, que parte de la verdad de que todos hemos pecado, pero podemos ser redimidos por la gracia de Dios, esta nueva religión no ofrece perdón. Tu identidad te condena o te coloca entre los elegidos. El único camino hacia la salvación es el rendimiento sin fin y la alienación ideológica. La «wokeness» exige sometimiento absurdo, pero no ofrece expiación. Impone la culpa y niega la gracia. Promete justicia, pero ofrece condenación.
Las etapas de transmutación de Woke
Buscando dominar sobre el mundo, el nuevo marxismo occidental ha puesto en su punto de mira el principio fundamental de las democracias occidentales: la libertad de expresión, cuya erosión ha seguido una trayectoria clara y temible. No a través de una revolución violenta, sino mediante una gradual secuestro cultural, institucional y legal. Lo que comenzó como propuesta se está transformando rápidamente hasta en persecución. El proceso se ha desarrollado en etapas superpuestas, cada una de las cuales se basa en la anterior:
Etapa 1: Corrección política (1990-2010). Las universidades, los departamentos de recursos humanos y los medios de comunicación, bajo la presión de una propaganda incisiva, aceptaron un lenguaje específico, llamado ´políticamente correcto´, en consonancia con la redefinición progresista en materia de raza, género y sexualidad. Si bien esta disidencia no era ilegal, la oposición a ella afectaba al prestigio personal. Los límites de la opinión aceptable se fueron reduciendo paulatinamente, gracias al silencio cobarde de los que no se oponían a esta especie de lavado de cerebro.
Etapa 2: La cultura de la cancelación (2014-2020). El paso siguiente ha sido dar fuerza de ley a estas mentiras. Así surgió la aplicación colectiva de esta regulación mala: las redes sociales, controladas por las élites Woke, atacaban a personas por infracciones ideológicas. Las instituciones capitularon rápidamente, despidiendo a empleados, abandonando a clientes y retirando de las plataformas a figuras controvertidas. El coste de la disidencia se convirtió en un daño económico y profesional enorme en el sector educativo, estatal y empresarial.
Etapa 3: Institucionalización de la DEI (2020-presente). Después de 2020, la conformidad ideológica se convirtió en ley, sobre todo en USA y algunos países líderes. Bajo la bandera de la diversidad, la equidad y la inclusión (DEI), las organizaciones adoptaron normas obligatorias sobre pronombres y cuotas de contratación. Su cumplimiento se convirtió en una condición para el empleo y la promoción profesional. Y desde 2022 se llega a la codificación legal sistemática. Así, grandes autoridades científicas y profesores se quedaron en la calle. https://thinktanklatam.org/la-infiltracion-ideologica-en-la-universidad/
Bajo términos vagos como «odio», «daño» y «desinformación», algunos gobiernos occidentales —sobre todo en Canadá, el Reino Unido e Irlanda— han promulgado leyes que penalizan determinados puntos de vista. Australia hubo un intento similar que fracasó, como también en muchos otros países.
En conjunto, estas etapas trazan una dinámica que va de la cultura al código legal y de ahí a la coacción por la fuerza policial. Cada paso puede parecer justificado por sí solo, pero en conjunto revelan una implacable marcha marxista hacia el control ideológico, en el que la verdad y la conciencia quedan subordinadas a la nueva ortodoxia. En resumen, la libertad de expresión ya no está amenazada por activistas marginales. Está siendo redefinida por la ley.
Cómo liberarse del cautiverio ideológico
Es oportuno recordar aquí la subida de Hitler al poder, que se produjo en las elecciones de 1932, en las que obtuvo una mayoría relativa de votos, gracias a la previa propaganda arrolladora nazi y al momento emotivo producido por la derrota en la primera guerra mundial. Sólo los cristianos de Baviera se opusieron a Hitler, lo cual ha llevado a muchas ejecuciones. Esta experiencia nos ensena hasta qué punto el hombre es débil, incapaz de crear frentes de lucha contra un mal gobierno político.
La única forma eficaz de lucha es estar anclado personalmente en la realidad de la dignidad humana destinada a un fin eterno en Dios. Sólo el discernimiento basado en los altos principios de la revelación judeo-cristiana puede lanzarlo al sacrificio extremo. No es una cuestión institucional o estructural, sino personal. Esto lo vemos en la guerra civil española y en tantas otras contiendas que han logrado neutralizar tiranías abusivas.
En medio de las guerras actuales, un motivo real de gran esperanza es el retorno masivo a la fe, según lo muestran las estadísticas en los países líderes. Da la impresión el hombre actual se está portando como el hijo pródigo de la parábola pronunciada por Cristo. Ha probado de todo, se ha emborrachado de sexo, consumo, de todo tipo de placeres con o sin adrenalina, y por fin se da cuenta que sin Dios es un pobre desgraciado que se arrastra amargado en el lodo de sus propias miserias morales.
El mundo WOKE en caída libre
Resumo un texto reciente de la mejor prensa suiza:
Las empresas que desplegaban la bandera arco iris por las fachadas de sus edificios están ahora quitándola a toda prisa
Lo mismo vemos en las universidades, en los porductos cosméticos, en las panaderías que clavaron banderitas de papel de colores en palillos en los bollos. Igual lo vemos en los estadios de fútbol, como en la Munich Arena durante los dos días del Mundial del año pasado.