Trump y Putin, dos leones en la arena
Peter Kopa, Praga, 13.2.2025
Noticia de último momento: ayer, 12.2.2025 Trump y Putin han hablado noventa minutos al teléfono, después de casi seis años. Ambos están de acuerdo en acabar cuanto antes la guerra en Ucrania y resolver el asunto directamente entre ellos.
Observación previa:
Fuentes para este artículo han sidotambién thinktanks en Moscú, que ofrecen la traducción al inglés pulsando sobre la opción o pidiendo la traducción a Google en el ángulo derecho de la pantalla. Datos muy importantes los hemos encontrado sobre todo en la NZZ de Zúrich, y en artículos anteriores nuestros.
Contexto histórico
La última vez que Trump y Putin se han visto cara a cara fue en Julio 2018. Desde entonces han pasado muchas cosas y los tres años de guerra en Ucrania, con sus casi un millón de muertos, está dando lugar a una química muy especial entre ambos leones que buscan su hegemonía mundial.
La guerra pone de manifiesto un hecho asombroso: se ve que la santa Rusia no tiene experiencia en una guerra de ataque, como la tienen las águilas rapaces de la OTAN, guiando las fuerzas ucranianas, porque tanto Napoleón como Hitler han sucumbido en Rusia por la trampa natural del frío y de la distancia para llegar a Moscú. Así se entiende que los generales rusos manden al frente un torrente continuo de soldados y pertrechos con la idea del agotamiento final del enemigo. Esto se ha visto en su día en 1943 en Stalingrado. Sus reservas de recursos son tal, que Rusia tendría que ganar la guerra por puro agotamiento del otro bando.
La China, por su parte, da la impresión de ser el gran buitre sentado sobre una rama seca, alegrándose secretamente de que Rusia se esté desangrando, porque sabe cómo sacar ventaja política de su debilidad. Y esto hace que Taiwán ya no sea tan importante, mientras que el Oriente Medio está intentando detener su propia guerra bajo las órdenes de Trump.
Jeffrey Sachs, el gurú de más prestigio en USA, nos dice que fue USA la que ocasionó la guerra por haber incumplido el acuerdo de 1991, en el que USA se obligó a no extender su influencia más allá de las fronteras orientales de los países del pacto de Varsovia.
No parece que Rusia extienda la guerra hacia occidente, porque tendría que enfrentarse a Polonia y a Finlandia, y quizás a Bielorrusia, que da signos de abandonar su tradicional obediencia a Rusia, viendo el desgaste ruso. Pero, por otra parte, no hay que olvidar que, para Rusia, la guerra es santa: https://thinktanklatam.org/rusia-proclama-la-guerra-santa/
¿Qué pasa entre Trump y Putin?
Durante semanas se había especulado sobre cuándo hablarían por teléfono los presidentes Vladimir Putin y Donald Trump. Los periodistas de palacio exageran en ambas partes cualquier información, creando así expectativas que resultan molestas, sobre todo para Putin y su gente. Este secretismo beneficia a ambas partes. Mientras no se sabía si existe contacto alguno, se retrasaba también la confrontación pública con la realidad. ¿Están las relaciones ruso-estadounidenses experimentando realmente un renacimiento? ¿O se trata de una ilusión y de la consigna de Trump «América primero» solo queda la desagradable asociación con el «Deutschland über alles» de Hitler, que el ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov se sintió obligado a recordar recientemente? https://globalaffairs.ru/articles/ustav-oon-lavrov/
A muchos rusos Trump y su estilo político cae bien, porque les gusta su forma un tanto brutal y directa de abordar los problemas. La «contrarrevolución conservadora» de Trump, con su concepto de libertad, es precisamente lo que les gusta. Trump podría eclipsar a Putin, sobre todo porque Estados Unidos tiene más que ofrecer que Rusia.
A Putin le basta que Ucrania sea su vasallo
Putin en varias ocasiones ha halagado a Trump, como cuando dijo recientemente que en 2020 le habían robado la elección a la presidencia. Además, el martes le concedió a Trump un éxito diplomático con la liberación de un ciudadano estadounidense que llevaba más de tres años encarcelado en Rusia. El profesor Mark Fogel fue liberado en el marco de una misión de mediación del enviado especial de Trump, Steve Witkoff.
Esto tiene consecuencias en los debates sobre una solución pacífica para Ucrania. La afirmación de Trump de que nunca hubiese permitido esta guerra, y su convicción de que Estados Unidos debe ponerle fin, juegan a favor de Putin. Pero hasta el 12.2.25 se mantiene pasivo y observador, esperando quizás que los acontecimientos bélicos le ofrezcan más ventajas para la negociación de la paz.
Putin lo que quiere es neutralizar definitivamente a Ucrania, que en su opinión se ha convertido en una amenaza «antirrusa». La prioridad no es ganar territorio más allá de los territorios ya anexionados, siempre y cuando Ucrania siga las directrices políticas rusas. En política interior, esto significaría una rusificación; y en política exterior traería seguridad con estatus ucraniano neutral y con un ejército mínimo. Las fuerzas más radicales quieren dividir Ucrania o incluso anexionarla a Rusia, excepto la rebelde Ucrania occidental. https://profile.ru/abroad/kakoj-dolzhna-stat-ukraina-posle-zaversheniya-rossijskoj-specoperacii-1635806/
Por eso, un mero acuerdo de alto el fuego no es suficiente para Moscú; lo que quiere Rusia es arrancar de raíz las causas del conflicto. Los funcionarios rusos tienen la impresión de que Washington no acaba de entender este punto, que traería un nuevo orden de seguridad para Europa. Para Trump se trata de una «guerra ridícula» que está causando demasiadas víctimas. Putin, en cambio, la considera como un enfrentamiento existencial del que depende el destino mismo de Rusia.
Putin revela paciencia
Aún no está claro si Trump y sus colaboradores han entendido que, dada la situación militar y la falta de presión interna en Moscú, que los líderes rusos no están particularmente interesados en la paz en este momento.
En la economía, las perturbaciones son cada vez más evidentes. El Kremlin no puede ignorarlas indefinidamente. También se reflejan en el barómetro de preocupaciones de la población. https://www.levada.ru/2025/02/07/predstavleniya-o-naibolee-ostryh-problemah-rossijskogo-obshhestva-yanvar-2025/. Sin embargo, la inflación ocupa el primer lugar. Solo un tercio de la población está preocupado por la «operación especial», si bien la mayoría celebraría el fin de la guerra. Al mismo tiempo, la represión contra los disidentes es tan generalizada que Putin no tiene nada que temer por el momento en términos de política interior.
Precisamente por eso, Trump podría estar dispuesto a ceder bastante a Putin. Las preocupaciones morales y de seguridad no deberían preocuparle demasiado. Su enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, tomó nota sobre las dudas de Putin sobre la legitimidad del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y pidió a Kiev que celebrara elecciones a más tardar cuando se alcanzara un alto el fuego. Sin embargo, unas elecciones en un ambiente tan frágil podrían sacudir el tejido político de Ucrania, lo que gustaría mucho al Kremlin.
Trump, por su parte, exigió acceso a las tierras raras de Ucrania a cambio de su multimillonario apoyo a la nación en guerra. Dijo de pasada que no estaba seguro de que Ucrania no se uniría a Rusia, demostrando así lo poco que le importa la esencia de esta guerra. https://x.com/atrupar/status/1889094509713031207?mx=2.