The English version is at the end of this text
https://www.youtube.com/watch?v=7KdH4Exl9s8
Peter Kopa, 15.3.2017
USA, es el adalid del ´pressing´ contra los demás países del mundo para que en sus bancos se aplique la ley americana, que obliga a declarar todos los activos que los ciudadanos americanos tienen fuera de los Estados Unidos. Esta presión es especialmente fuerte sobre Suiza y algunos de sus bancos, que han tenido que ir pagando multas billonarias, que fueron exigidas una y otra vez, para la cancelación de procesos judiciales en USA. Pero también han tenido que sangrar grandes bancos americanos en el exterior y algunos europeos, siempre debido al supuesto delito de cooperación a la evasión fiscal de sus clientes de USA. Todas estas medidas han logrado erradicar todo secreto bancario en los países firmantes de los acuerdos de intercambio de información fiscal.
Estamos ante el caso de una moral fiscal de doble fondo, porque los Estados de Wyoming, Nevada y sobre todo Delaware tienen leyes que amparan el secreto bancario y profesional hasta tal punto, que en estos tres Estados se han registrado hasta ahora unas 900.000 sociedades off-shore genuinamente americanas, que operan en todo el mundo primordialmente en el sector bancario y financiero. Al igual que una sociedad en las islas Caimán o en Panamá, no pagan impuestos en los USA sobre sus beneficios, si el titular no es una persona obligada a pagar sus impuestos en USA, si los Directores no son americanos y si los negocios se hacen fuera del territorio de los USA. Pero lo que más flagrantemente se opone al puritanismo americano, es que en esos Estados a veces ni siquiera hace falta declarar al titular físico de una corporación. Basta declarar que no es americano o que es una sociedad off shore no controlada por personas obligadas a pagar impuestos en USA. Además, esos tres Estados americanos nunca darán información fiscal a a nadie.
Esta doble moral fiscal saben aprovechar los iniciados en el mundo financiero, siendo de hecho USA el lugar ideal para tener dinero no declarado al fisco, y además en régimen de anonimato. En realidad, en los USA hay dos regímenes legales autónomos: el federal y el estadual, y este último no puede ser cambiado sin más por el Gobierno Federal. Y en Delaware son legión los abogados y demás profesionales que viven muy bien manteniendo y dando servicios a esas 900.000 sociedades que bien pueden tener trillones de USD de patrimonio, invertidos en la bolsa de USA y en todo el mundo. Los bancos de esos tres estados son, hoy por hoy, el refugio más seguro para dineros que buscan discreción y buen servicio. Para ampliar el conocimiento de este tema basta poner en Google ´offshore financial companies in USA´ (ver el artículo de Bloomberg, por ejemplo).
Lo que hace que Suiza y otras plazas financieras se «suban por las paredes» es el hecho, de que ellos han tenido que pagar muchos miles de millones de dólares a los USA por haber mantenido en secreto la identidad de ciudadanos americanos. Pero al mismo tiempo, los americanos no se aplican en absoluto este cuento, hasta tal punto, de que incluso hacen publicidad en torno al secreto bancario en Nevada, Wyoming, Delaware y Dakota. El Congreso de los USA aprobó en este sentido, hace anos, el ˇForeign Account Tax Compliance Act´ (FACTA), que precisamente obliga a todo banco en todo el mundo a declarar al Fisco americano los activos de ciudadanos americanos. Y en base a esta Ley americana se organizó el Intercambio Automático de Información, que entrará en vigor en el 2017. A este régimen, bajo la presión de los USA y de la OECD se van sometiendo todos los países, ¡excepto los USA!
Una vez más vemos cómo se impone la ley del más fuerte, pero al mismo tiempo hay que reconocer que al menos en los USA se respeta la privacidad del cliente bancario. Desde hace anos, lógicamente, los bancos en los Estados mencionados se están ´hinchando´ de dinero. Al igual que en Liechtenstein también se pueden crear fundaciones como una subjetividad anónima en la que se van colgando corporaciones, asegurándose así la transición de patrimonios de una a otra generación, sin impuestos sucesorios. En 2011, 25 miembros del Congreso han enviado al Presidente Obama una nota que exigía expresamente no dar información fiscal alguna en relación a abonos de intereses sobre patrimonios extranjeros en USA.