Trump, defensor de la fe
Peter Kopa, Praga, 26.8.2025
Discurso del presidente Trump: https://youtu.be/FWTQgl4VSEY
Ejemplo del presidente Trump para el mundo
En febrero de este año, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva para poner fin a la «instrumentalización anticristiana» del Gobierno y acusó a la Administración Biden de participar en un «patrón atroz de persecución de cristianos pacíficos, mientras ignoraba los delitos violentos y anticristianos». Su orden ejecutiva tiene como fin erradicar los prejuicios anticristianos en el Gobierno, acusando a la Administración anterior de haber atacado a cristianos pacíficos mientras hacía la vista gorda ante los violentos ataques anticristianos. https://youtu.be/82AoHfcuakE
La orden condena las acciones de la administración Biden, destacando casos en los que «casi dos docenas de cristianos pacíficos provida» fueron procesados por rezar frente a clínicas abortivas. Entre ellos se encontraban un sacerdote católico, una anciana y un padre de 11 hijos. «Rectifiqué esta injusticia el 23 de enero de 2025, concediendo el indulto en estos casos», anunció el presidente.
Al mismo tiempo, señala la orden ejecutiva, que las iglesias católicas y las organizaciones provida sufrieron más de 100 ataques, negándose el Departamento de Justicia de Biden a hacer cumplir la ley. En 2023, el FBI se atrevió a sugerir que los católicos «radical-tradicionalistas» representaban una amenaza de terrorismo interno.
«El Departamento de Justicia de Biden trató de acallar la fe en la esfera pública presentando cargos penales federales y obteniendo en numerosos casos condenas de varios años de prisión contra casi dos docenas de cristianos pacíficos provida por rezar y manifestarse frente a centros abortivos», afirma el presidente Trump.
La orden ejecutiva establece, además, el Grupo de Trabajo para Erradicar los Prejuicios Anticristianos dentro del Departamento de Justicia, presidido por el fiscal general e integrado por altos funcionarios de múltiples agencias federales. El grupo de trabajo revisará las acciones gubernamentales pasadas, identificará las políticas anticristianas ilegales y recomendará medidas correctivas.
Defensa de la libertad de expresión
La política de Trump está poniendo la fe en la primera línea de la libertad de expresión. Así, en julio, la administración Trump dio luz verde a las manifestaciones públicas de afecto a Cristo, a la cruz y al cristianismo.
Ya no se disuadirá a los empleados del Gobierno de hablar abiertamente de su fe en Cristo ni de pedir disculpas por ella. Por tanto, la Oficina de Gestión de Personal de los Estados Unidos (OPM), impone que la restauración de estos derechos está en consonancia con la derogación, por parte del equipo de Trump, de un sesgo anticristiano arraigado en las instituciones gubernamentales.
Historia de la equidad
En un memorándum gubernamental titulado «Protección de la expresión religiosa en el lugar de trabajo federal», la OPM apeló en primer lugar al contexto histórico. Argumentó que eliminar este sesgo de la función pública era de fundamental importancia para el pasado, el presente y el futuro de los Estados Unidos. Y esto porque los Estados Unidos, explica la OPM, son una nación fundada sobre el derecho de las personas a «practicar su fe sin temor a la discriminación o las represalias de su Gobierno».
Claridad conceptual
A modo de aclaración, la OPM dijo que las definiciones legales de creencia no incluyen «filosofías sociales, políticas o económicas, ni meras preferencias personales». En otras palabras, no todas las creencias u opiniones están protegidas por la Ley, como los sentimientos, las percepciones, los pronombres preferidos, las afiliaciones activistas, una ideología, el sentido de ofensa o la llamada microagresión de una persona. Las directrices de la OPM se basan, por tanto, en el sentido común.
La injerencia de las horas de trabajo para la práctica religiosa, como la confesión o la salat islámica, que se practica cinco veces al día, también puede estar limitado. La misma norma podría aplicarse a las sesiones de lucha marxista-woke, Critical Race Theory, más conocidas como «formación sobre sesgos implícitos». Las agencias están autorizadas a «exigir a los empleados que realicen su trabajo oficial mientras están de servicio, en lugar de dedicarse a prácticas religiosas personales».
Libertad religiosa y el derecho a la libre expresión
El resumen de cinco puntos de la OPM sobre los objetos permitidos incluye Biblias, carteles, joyas y obras de arte. Afirmaron que ningún empleado debe ser «sancionado o corregido» por exhibir objetos como «cruces, iconos cristianos, menorás o el mezuzás judío». Se permite el debate abierto sobre la fe, «incluidos los intentos de persuadir a otros de la corrección de sus propias opiniones religiosas, siempre que dichos esfuerzos no sean de naturaleza acosadora».
Según las nuevas directrices del Gobierno estadounidense, los empleados «también pueden animar a sus compañeros de trabajo a participar en expresiones religiosas de fe, como la oración». Esto incluye la protección contra medidas disciplinarias para cualquier persona «que no desee participar en tales conversaciones».
El punto cinco sostiene que el derecho a la libertad de expresión no está «limitado por la condición de empleado del Gobierno». Según la OPM, los empleados pueden hablar de sus convicciones religiosas personales independientemente del lugar o la audiencia.
Las últimas directrices de la OPM revocan las exigencias que figuraban en la perjudicial política de diversidad, equidad e inclusión (DEI) impulsada por los demócratas a través del departamento de recursos humanos, por Biden, en 2021. Biden ordenó a los departamentos del Gobierno de EE. UU. que convirtieran sus agencias en espacios seguros para los pronombres preferidos, «los empleados transgénero y no binarios y que no se ajustan a los estereotipos de género».
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Fuentes: Documentos del gobierno de USA referidos por The Daily Declaration, Sydney en el mes de agosto 2025.