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Peter Kopa, 13.2.18, Praga
Sentencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
Casi mil millones de menores de diecisiete años de edad están expuestos a diversos tipos de violencia como el abuso sexual, los malos tratos e incluso a la violencia corporal. Esto lo ha declarado la organización el 8.2.2018 en Ginebra y en los días siguientes el Director General de la misma, Tendros Adhanom Ghebreyesus, la Reina Silvia de Suecia y 30 ministros estudiarán y buscarán soluciones a este acuciante problema.
Según la OMS, cada quinto niño ha sufrido alguna vez violencia corporal o malos tratos emocionales. El 18% de las niñas y 8% de los niños han sufrido violencia sexual, y así se entiende que tales víctimas fumen mucho más que los demás de su edad y beban más alcohol. Al mismo tiempo abundan más, entre ellos, los casos de desequilibrio psíquico, depresiones, cáncer e infecciones de SIDA.
Por una parte, se ve la necesidad de que las Leyes impongan tolerancia cero a estos tipos de crímenes, y por la otra crece el convencimiento de que la solución óptima es una familia tradicional estable.
La más nefasta marginación: los propios hijos
Todo esto es la consecuencia final de tanto divorcio, de tanto aborto que inhabilita a la madre para educar a sus hijos con amor verdadero, de tantos casos de indiferencia en padres que ponen en primer lugar su carrera y sus placeres, por más legítimos que sean. En este sentido no hay más remedio que reconocer la gran dignidad que tienen también los menores. En ciertos ambientes intelectuales europeos, más bien en el norte de Europa, ha surgido la opinión retrógrada de que la familia se está convirtiendo en una institución social obsoleta.
La familia, la única alternativa
En cambio, la investigación empírica ha sabido desde siempre – por ejemplo- que los padres de familia, comparados con personas que viven solas, son mucho más felices, más sanos y viven más anos. Y este hecho lo defienden muchísimos científicos en la materia, como Andreas Lange, Kurt Luescher y el británico John Bolwby, fallecido en 1990, quien inicialmente fue tachado incluso de reaccionario y ahora sus estudios psicológicos sobre la familia se consideran de gran actualidad. El afirma que el niño, en los primeros años de su vida, consolida la estabilidad psíquica. Pero si en esta etapa no recibe la atención y el cariño de sus padres, frecuentemente aparecen síntomas de desequilibrio psíquico y depravación. Lo mismo afirma la neurobióloga Nicole Strueber en la ciudad de Bremen, Alemania, quien por este motivo se opone a que los Kindergarten gigantes del Estado, en la medida en que se quiera con esto sustituir a los padres, que tantas veces preferirían dejarlo todo en manos del Estado.
Hace tiempo, estudios en USA han demostrado la correlación entre socialización y criminalidad. Incluso en barrios de altísima criminalidad, los chicos y chicas que se han criado en familias con un buen sentido moral, se han mantenido inmunes a la influencia del ambiente. El matrimonio Brigitte y Peter Berger, ambos sociólogos, han escrito en 1983 en defensa de la familia: ´La alternativa a la familia es siempre la familia´, y que por tanto la sociedad tiene que protegerla por encima de cualquier otra cosa.
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Este artículo está inspirado en las publicaciones de Walter Hollstein, Profesor emérito de Sociología Política y consejero del Consejo de Europa. Vive en Basilea, Suiza