Algo siniestro está ocurriendo, y casi nadie lo está contando. George Soros, a través de sus Open Society Foundations (OSF), acaba de lanzar en agosto un plan de ocho años para someter a América Latina. Su objetivo es claro y no quieren ocultarlo: inyectar millones de dólares para imponer ideología de género, aborto, políticas raciales radicales y activismo verde extremo en nuestras escuelas, leyes y gobiernos.
Mientras millones de familias luchan cada día contra la pobreza, la inseguridad y la falta de oportunidades, Soros elige gastar su fortuna en atacar los valores cristianos. Quiere decidir por nosotros, desde afuera, lo que debe pasar dentro de nuestros países. Los hechos que Soros no quiere que sepas:
111,2 millones de dólares fueron gastados en América Latina y el Caribe en 2021. Un gasto que crece más de 20% cada año, desde 2016. Nadie votó por Soros, pero pretende escribir nuestras leyes y controlar lo que aprenden nuestros hijos. Estos no son proyectos de desarrollo. Son proyectos de ingeniería social que amenazan la unidad de nuestras comunidades y la soberanía de nuestros países. El problema es que todo esto funciona mediante autoridades oficiales compradas por Soros. Así sus millones se convertirán en leyes y políticas. Las aulas enseñarán ideologías ajenas a nuestra cultura, y América Latina será usada como laboratorio de su experimento globalista. Por tanto, si los países no lograsen evitar la corrupción, su hundimiento es muy probable que ocurra.
