Presentación del tema
De entrada, ofrecemos un discurso pronunciado en la cámara legislativa del Paraguay, rechazando un fondo importante de la UE, condicionado a la aprobación previa de la agenda globalista en educación. El léxico grueso y la alta emoción manifiestan el profundo aborrecimiento contra estas medidas. https://www.youtube.com/watch?v=Kw08fCGT0JI
Nuestro mundo es ahora mismo un ambiente comparable al interior de una lavadora: todo se mueve en un continuo revoltijo, aturdiendo y perdiéndose el norte en la vida personal y social. Es como ir a todo vapor en el soberbio Titanic, donde todo está bajo control, ignorando los témpanos de hielo. La niebla de entonces es la que también hoy nubla nuestros ojos, por lo que olvidamos que más arriba hay un sol y una luz diáfana que pacificaría el corazón.
Este estado de las cosas no es nada nuevo. Basta mirar sólo cien años atrás para ver los choques contra los icebergs ideológicos y las zozobras resultantes a causa del materialismo, tanto comunista, nazista y consumista actual. Porqué el hombre vuelve a caer una y otra vez en la misma fosa, que siempre da sepultura a sus sueños vanos, no enraizados en su propia dignidad, verdad y sentido. Estamos viendo ahora mismo, en tiempo real, la zozobra de todo lo que a lo largo de los últimos cuatro siglos ha sido un error a favor de la tan efímera exaltación de la razón y del hombre, en oposición a la vieja sabiduría judeo-cristiana. Esta dio su grandeza al Occidente ( La familia y el auge de Occidente) al instaurar una cultura basada en la verdad sobre Dios y las cosas. Sin embargo, hay muchos motivos para ser optimistas en la medida en que nuestro mundo encuentre nuevamente su anclaje en la tierra firme y fértil de la sabiduría Antigua.
Fenomenología del bien y del mal
Para entender el porqué de las actuales locuras hay que descender hacia las profundidades del alma y de la conciencia humana. Aquí comprobamos que siempre han actuado dos fuerzas opuestas entre sí: el bien y el mal. Esta contienda explica, en sus proyecciones fácticas en la historia, todo el mal y todo el bien habido y por haber en el futuro. Al lado de las guerras injustas, infidelidades, mentiras, robos etc. el bien ha sido siempre, al final, lo más fuerte, y es la razón por la que hoy, a pesar de todo, tenemos un mundo que es en sí mismo maravilloso, también visto desde los grandes logros científicos y tecnológicos.
La fenomenología de las decisiones malas ha tenido siempre su origen en la libertad de la conciencia. Actúa como la siembra de la cizaña, que puede poner en peligro los inmensos cultivos de trigo. En último análisis, el denominador común de todo mal es la búsqueda de la propia excelencia, el afán vano de querer ser como Dios, el único que tiene todo el poder y gloria. Esto a su vez se debe a que todo hombre tiene ciertamente una excelencia altísima, gracias a que es el único, fuera de Dios y de los ángeles, que tiene el don natural del entendimiento y de la voluntad. Por tanto, la persona tiende a admirarse a sí misma, dando la espalda a Dios, anhelando ser admirado también por los demás. Y esto está dispuesto a conseguirlo ´por las buenas o por las malas´, como dice el proverbio español.
La mayoría de los hombres, no sin haber antes luchado contra las seducciones del mal, logran una autoestima legítima, entregándose a su vocación natural de darse a los demás, plasmado generalmente en la formación de su familia, o en un proyecto de servicio a los demás, o concretado en la legítima auto realización profesional. En otras palabras, a todo esto, se llama el buen ejemplo, que a su vez multiplica buenas acciones en los demás.
Pero, lamentablemente, una minoría muy ruidosa, que ha entregado sus armas al enemigo en su lucha interior, prefiere seguir un camino aparentemente más fácil, arrancando a los demás sus bienes: estamos así ante las mentiras, robos, infidelidades, sojuzgamientos políticos y militares etc. Es una forma brutal de encumbrarse y enriquecerse a base de ir pisando a los demás, como peldaños de una escalera que siempre conduce a la amargura y a algunas formas de psicopatía, porque la admiración de sí mismo, pretendida por la fuerza, se convierte, si no en odio, -que no es bueno- en un sentimiento de compasión de parte de los perjudicados.
Estructuraciones del bien y del mal
Gracias a las decisiones en favor del bien han surgido templos, catedrales, universidades y todo tipo de iniciativas en bien de los demás. También cabe aquí situar el desarrollo de las ciencias, de las artes, de la economía libre y de la tecnología, porque parten de la verdad de las cosas y de sus leyes, y buscan el bien de todos. Así, los frutos de descubrimientos o de inventos, de una o pocas personas, se han luego difundido a favor de millones. Hay que oponerse a cierta mentalidad estrecha de unos pocos, que demonizan el progreso tecnológico y la economía abierta, aduciendo que inclina al hombre al mal. Que estos tales se enfaden con Gutenberg, con Edison, con Cristóbal Colón o con el inventor de la rueda.
Pero, lamentablemente, el mal también se ha trasuntado en estructuras, comenzado este proceso a nivel filosófico, en el momento en que Descartes y el racionalismo filosófico ha comenzado a desplazar el polo norte magnético desde Dios hacia el propio yo. Y este movimiento que, desde el siglo XVII sedujo a gente buena, pero ingenua, comenzó paradójicamente en la Academia, en las aulas de las universidades fundadas por la Iglesia misma, a la sombra de las grandes catedrales europeas. Esta corriente de pensamiento desemboca en el siglo XX en las nefastas ideologías marxistas y nazistas. Cabe compararla con la triste singladura del Titanic: a bordo todos comiendo, bebiendo y bailando hasta que vino el estrellamiento contra la verdad, en este caso el iceberg.
A este periodo se le llama racionalismo, porque exalta erróneamente la razón y el ego del hombre como última instancia del bien y del mal. ¿Cómo no ver en esto reminiscencias del pecado original de Adán y Eva? Sin embargo, junto al racionalismo que durante un largo periodo no ha salido de la Academia y de entre la gente culta que sabía leer, siguió creciendo una sociedad y una cultura cristiana. Esto lo vemos sobre todo en los miles de iglesias e instituciones creadas en estos siglos. Recién cuando en Occidente se generaliza la alfabetización, el racionalismo comienza a invadir paulatinamente todos los estratos de una sociedad, ayuna de una formación cristiana más profunda. Y la revolución industrial incoada a mediados del siglo XIX provocó un movimiento de masas desde el campo a las ciudades y a las fábricas.
La amenaza de los globalistas
Luego, desde 1970 siguió la revolución digital y mediática, que permitieron a las fuerzas del mal hacer sus planes en términos globalistas, buscando el control del mundo mediante la acción concertada de enormes empresas multinacionales que hoy controlan desde un vértice una parte importante de la economía y de la política mundial (https://www.youtube.com/watch?v=vSSKpL87_Rs Aquí hay que aclarar que empresas gigantes no tienen en sí mismas nada malo y, es más: han generado y ofrecen trabajo decenas de millones de personas en todo el mundo, y han podido prosperar porque han sabido ofrecer productos o servicios demandados por el mercado. Pero algunos propietarios de ellas, gracias a los beneficios billonarios que les reportan, han pasado a comprar influencias en el terreno político y en el sector universitario. El fin que se proponen es controlar el mundo a base de despoblarlo con la justificación de que nuestra tierra de lo contrario se hundiría envenenada por la emisión del C02 producida por el hombre.
Los globalistas tienen dos caras: una de ellas son los antros secretos desde donde se mueven los hijos que ponen en movimiento las figuras que se nos han presentado abiertamente en el Fórum Económico de Davos, a principios de este año. La otra cara es esto mismo, presidido por el Prof. alemán Klaus Schwab, quien nos dice abiertamente que sus planes son arrasar la cultura occidental para luego instaurar un nuevo orden mundial mucho mejor. Estamos así ante una nueva forma de objetivación del mal, que quiere introducir una ética nueva donde el bien y el mal se redefinen según falsos criterios puramente ecológicos, apoyados en mentiras tales como que el aumento del C02 es culpa de hombre, a quien se mira como un enemigo público que está destruyendo nuestro planeta. Con este pretexto ideológico pretenden imponernos normas pseudoéticas que no convencen a nadie.
De esta manera, primero en USA, en connivencia con las instancias del estado, los globalistas han logrado en parte que se aprobaran algunas leyes nefastas, que buscan instaurar las ideologías WOKE, LGTB y el genderismo como doctrina del estado y como dogma inapelable. Pero antes, los globalistas han lanzado a modo experimental la pandemia de COVID 19, que según un profesor alemán se ha ido preparando desde el año 1990 ¿La pandemia preparada desde 1990?
Quién está detrás de los globalistas
Después de lo que observamos con ocasión de la pandemia, cómo los doscientos estados del mundo obedecen a la Organización Mundial de la Salud (OMS) se impone concluir que detrás tiene que haber un mando oculto, una organización secreta muy antigua que se ha ido formando en los últimos tres siglos, con sedes operativas en casi todo el mundo. Trump y tantos otros lo llaman el estado profundo, diciendo que es una ciénaga pestilente de males que es necesario disecar.
El hundimiento de los globalistas https://www.youtube.com/shorts/H5T2egsrEcs
Debido a que la mainstream media está en manos de los globalistas, que de hecho controlan en un 80-90% de todos los medios existentes (incluyendo las redes sociales), no se puede esperar que informen sobre sus propias derrotas. Cuando sus empresas han pretendido imponer su agenda ideológica, se han encontrado en USA con el boicot, tanto en Disney, como en Netflix y últimamente en Hollywood. Esta ´fábrica de sueños´ ha sido humillada por la película ´Sound of Freedom´, que ha costado sólo 14 millones de dólares. Denuncia el tráfico de menores de edad para fines de explotación sexual y pedofilia.
Muchos de los estados que componen los USA han reaccionado firmemente ante la connivencia entre los globalistas y las autoridades oficiales, prohibiendo mediante leyes la promoción del cambio de sexo y la agenda globalista de la SEG ( Cómo actúa el Estado Profundo) que pretende obligar a los bancos y empresas financieras afines, a que condicionen sus financiaciones a la obligación previa de promocionar la doctrina nefasta de la SEG. Otro frente de oposición lo vemos en una serie de estados latinoamericanos, que han rechazado ofertas de dinero a cambio de la aprobación de leyes pro LGTB y/o educación sexual de niños incluso menores de diez años. El último caso es el de Paraguay, donde por un punado de 38 millones de USD la UE ha pretendido ´vender ‘su agenda de perversión sexual de los niños. Es un botón de muestro del buen sentido latinoamericano en asuntos morales que no admiten negociación.
En Europa vemos la oposición contra la EU, que se considera una agencia más de los globalistas, al igual que la ONU y sus organismos dependientes. Ahora incluso Alemania quiere salir de la EU porque la EU había pretendido prohibir los vehículos con motores a explosión desde el 2030. Finalmente vemos cómo los globalista están perdiendo la partida en la guerra en Ucrania, donde su gente está infiltrada en el alto mando militar americano y en la OTAN. En el fondo buscaban destruir a Rusia, pero según el ex ministro de Defensa de USA, Mc Gregor, se han equivocado: https://www.youtube.com/watch?v=eH9pusOf9Kg . En las próximas semanas se clarificarán más los términos del conflicto y está por ver el papel que jugará la China, porque los globalistas intentan por todos los medios ganarla para su causa.
El lado bueno del ataque globalista es que está actuando como un revulsivo, despertando a las mayorías silenciosas sobre todo en Occidente. Están tomando conciencia de sus derechos, formulado en las Constituciones. Esta es la clave para entender el cambio político en USA, en la mayoría de los países europeos y en Australia. Probablemente USA reducirá su pretensión de ser el policía del mundo y bajo el próximo gobierno republicano (o demócrata, si gana las elecciones R. Kennedy) probablemente veremos cómo USA se concentrará más a resolver sus problemas internos.