Este lunes, 11 de septiembre, se conmemora el 22º aniversario del atentado terrorista a las Torres Gemelas en Nueva York
Fue en la mañana del martes, 11 de septiembre de 2001, cuando cuatro vuelos fueron secuestrados por 19 terroristas de Al Qaeda. Dieron supuestamente el más espectacular ataque terrorista de la historia . Dos de aviones se estrellaron en las torres Gemelas del World Trade Center, en la ciudad de Nueva York, mientras que un tercero impactó en el Pentágono y el último, destinado a destruir el Capitolio, se cayó en un campo cerca de Shanksville, Pennsylvania, gracias a que los pasajeros impidieron, con mucho coraje, a los terroristas lograr la destrucción de la Casa Blanca. Después de veintidós años hay que echar una mirada atrás, al trasfondo histórico de un proceso paulatino de usurpación del máximo poder posible en manos del gobierno norteamericano.
Promulgación de ´La Ley Patriótica´
George Busch, bajo el título de ´Patriotic Act 2001´, el 26.10.2001, promulgó un régimen legal sin precedentes, con el fin de ´unir y fortalecer a USA para que tenga los medios apropiados que exige la intercepción y la obstrucción del terrorismo´. Así el presidente George Bush obtuvo el poder de controlar directamente los poderes ejecutivo y legislativo. Esta facultad de mando se manifestó pronto en la guerra de Iraq, seguido luego de otros escenarios bélicos.
La destrucción de las torres gemelas fue sometida por el gobierno, inmediatamente, bajo la competencia exclusiva del Ejército, cuyas investigaciones fueran cubiertas por el secreto. Así es comprensible que en USA y el mundo hubiesen surgido todo tipo de hipótesis girando en torno a la sospecha de que fue un acontecimiento escenificado por las fuerzas armadas, o por la CIA o por otro poder mundial, con el fin de crear el shock necesario para luego poder darse el máximo el poder al gobierno, sin contar con el congreso o el senado. Algunos incluso han visto un paralelismo entre Pearl Harbor, el ataque a las torres gemelas y la pandemia. El ´Patriotic Act´, al introducir un régimen de poder típico de tiempos de guerra, tiene una trascendencia tal, que hasta ahora no se ha llegado al fondo de ella. Por ejemplo, toda la pandemia del COVID 19 y el ´lock down´ se han hecho posibles en base a esta ley, que en realidad deja sin efecto toda una serie de derechos constitucionales. https://thinktanklatam.org/2022/08/10/usa-contra-su-pueblo/
El discurso visionario de D. Eisenhower
Eisenhower ocupó la presidencia durante dos mandatos completos, de enero de 1953 a enero de 1961, y fue el primer presidente de EE.UU. cuyo mandato se limitó a una sola reelección. Presidió un periodo de considerable expansión económica, a pesar de que la Guerra Fría se recrudecía.
Eisenhower pronunció su famoso discurso de despedida de su cargo presidencial el 17 de enero de 1961 y duró 15:30 minutos. Su preparación fue muy cuidada, ya que redactó al menos 21 borradores buscando la forma adecuada de advertir a la nación que había que buscar, en medio del mareo de la victoria bélica y de la incipiente prosperidad económica, la forma de mantener bien altas las garantías constitucionales. A pesar de su formación militar y de ser el único general elegido como presidente en el siglo XX, advirtió a la nación sobre la influencia corruptora de lo que describe como el «complejo militar-industrial». A continuación, sigue su discurso en letra cursiva:
Mientras nos asomamos al futuro de la sociedad, nosotros -tú y yo, y nuestro gobierno- debemos evitar el impulso de vivir sólo para hoy, saqueando por nuestra propia comodidad y conveniencia, los preciosos recursos del mañana. No podemos hipotecar los bienes materiales de nuestros nietos sin arriesgarnos a perder también su patrimonio político y espiritual. Queremos que la democracia sobreviva para todas las generaciones venideras, no que se convierta en el fantasma vano del mañana.
Hasta el último de nuestros conflictos mundiales, Estados Unidos carecía de industria armamentística. Los fabricantes estadounidenses de rejas de arado podían, con el tiempo y según las necesidades, fabricar también espadas. Pero ya no podemos arriesgarnos a improvisar ante la emergencia de la defensa nacional. Nos hemos visto obligados a crear una industria armamentística permanente de vastas proporciones. Además, tres millones y medio de hombres y mujeres trabajan directamente en la defensa. Anualmente gastamos sólo en seguridad militar más que los ingresos netos de todas las corporaciones de los Estados Unidos.
Ahora bien, esta conjunción de un inmenso estamento militar y una gran industria armamentística es nueva en la experiencia estadounidense. Su influencia total -económica, política, incluso espiritual- se siente en cada ciudad, en cada Casa de Estado, en cada oficina del gobierno federal. Reconocemos la necesidad imperiosa de este desarrollo. Sin embargo, no debemos dejar de considerar sus graves implicaciones. Están en juego nuestro trabajo, nuestros recursos y nuestro sustento. También lo está la propia estructura de nuestra sociedad.
En los consejos de gobierno, debemos protegernos contra la adquisición de influencia injustificada, buscada o no, por parte del complejo militar-industrial. El potencial para un aumento desastroso de un poder fuera de lugar existe y persistirá. Nunca debemos permitir que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestras libertades o procesos democráticos. No debemos dar nada por sentado. Sólo una ciudadanía alerta y bien informada puede obligar a engranar adecuadamente la enorme maquinaria industrial y militar de defensa con nuestros métodos y objetivos pacíficos, de modo que la seguridad y la libertad puedan prosperar juntas.
También expresó su preocupación concomitante por la corrupción del proceso científico como parte de esta centralización de la financiación en el gobierno federal, y viceversa. Aparecen destacados los argumentos que son la advertencia y el vaticinio de lo que ha sucedido en la pandemia y en los ataques globalistas tendientes a instaurar su gobierno mundial.
La revolución tecnológica de las últimas décadas ha sido similar y en gran medida responsable de los cambios radicales en nuestra posición industrial-militar.
En esta revolución, la investigación se ha convertido en algo central, pero también en algo más formalizado, complejo y costoso. Una parte cada vez mayor se lleva a cabo para, por o bajo la dirección del gobierno federal.
…
La perspectiva de dominación de los eruditos de la nación por el empleo federal, la asignación de proyectos y el poder del dinero está siempre presente y hay que tenerla muy en cuenta.
Sin embargo, si respetamos los descubrimientos científicos, como debe ser, también debemos estar alerta ante el peligro de que las políticas públicas se conviertan en cautivas de una élite científico-tecnológica. https://thinktanklatam.org/2022/12/08/la-destruccion-de-usa/
Discursos de John F. Kennedy
Análogamente como su predecesor Eisenhower, el presidente Kennedy ha insistido en sus grandes discursos sobre la importancia de que los derechos del ciudadano sean absolutamente inalienables. En este sentido fustigó en un discurso las sociedades secretas. A los pocos días después fue asesinado: https://twitter.com/i/status/1479450836002643969