Recientemente, el 8.12.23, el diario ´New York Times´ se había referido a la guerra abierta que se ha desatado entre Elon Musk y los más altos exponentes de la Agenda Davos 2030, que quieren arrasar nuestra cultura e instituciones para imponer su nuevo orden mundial. Para esto necesitan los servicios de X (antes Twitter) controlado por Elon Musk. El medio neoyorkino informa que la mainstream media está en ascuas por la reciente entrevista de Elon Musk, con ocasión de la cumbre anual del DealBook de Nueva York la semana pasada, que casi revienta el Internet.
Si bien la entrevista fue de una hora y media de duración, fueron sólo cinco minutos de la conversación de Elon M. con el periodista del New York Times, Andrew Ross Sorkin, los que realmente levantaron ampollas. Elon Musk arremetió contra las empresas mediáticas porque estaban organizando un boicot contra su X (antes Twitter), empleando su lenguaje duro americano: que «se jodan». Y no es de extrañar que se estén subiendo por las pareces: el sector económico que más está presionando para imponer el boicot contra X son la mainstream media, los gigantescos conglomerados mediáticos Comcast, Disney y Warner Bros. Discovery, junto con las cadenas de cable NBC y CBS, están al frente de la carga contra la plataforma de la libertad de expresión de Musk, quien se planta diciendo: «Si alguien va a intentar chantajearme con publicidad, chantajearme con dinero, que se j***» (sentimos tener que traducirlo: que se joda). Esto dijo Musk a un público atónito en el Lincoln Centre de Manhattan. «¿Está claro? Espero que sí», dijo, y añadió: «Eh, Bob, si estás entre el público, ¡toma nota!», como un gesto de burla dirigida al consejero delegado de Disney, Bob Iger.
Comentarios
En USA se ha originado el movimiento globalista, y desde allí pretende imponer sus criterios ideológicos y totalitarios a los demás países. Sin embargo, sus orígenes y raíces aparecen en cierta manera en el siglo XVIII con la aparición de las sociedades secretas, que en un primer momento eran uniones de conveniencia entre los ingenieros y constructores de entonces, que descubrieron el poder de su know how, por ejemplo, en la construcción de catedrales y edificios sofisticados. Así se comprende que el desarrollo de la tecnología les haya dado más poder e influencia. Una de las primeras intervenciones, en este sentido, ha sido las campañas de esterilización en países pobres, como condición necesaria para las ayudas a su desarrollo. Luego han promocionado las píldoras anticonceptivas, seguido de la legalización del aborto y de la instrumentalización de la industria farmacológica para someter el mundo a sus pies. El intento de la pandemia COVID 19 no sólo fue un fracaso (La pandemia preparada desde 1990), sino que han provocado una erosión enorme de la confianza que los ciudadanos tenían en sus gobiernos. https://www.theepochtimes.com/epochtv/the-billionaire-classs-secret-deals-and-the-globalist-plot-to-dominate-seamus-bruner-facts-matter-exclusive-5544285?utm
Estas sociedades han tematizado el medio ambiente, mediante el Club de Roma, en los años setenta del siglo pasado: Entonces yo vivía en Zúrich y recuerdo perfectamente el despliegue del terrorismo energético, basado en la afirmación gratuita del inminente agotamiento de los recursos naturales, sobre todo del petróleo. Después de medio siglo, las reservas conocidas de este hidrocarburo son suficientes para abastecernos al menos durante los próximos cien años. Y las reservas de carbón son prácticamente inagotables. Y a todo esto se suman las nuevas tecnologías como los recursos energéticos fotovoltaicos y eólicos y la energía nuclear.
Las ideologías del LTGB, WOKE, genderismo etc. se están enfrentando a un rechazo firme en USA. Y mediante la ESG (Enviromental and Social Governance) los globalistas habían pretendido incluso obligar a las instituciones financieras a exigir a sus clientes medidas muy costosas destinadas al saneamiento del medio ambiente. El fracaso de esta iniciativa absurda se debe a que el mercado en USA es reacio a todo dirigismo económico. El mismo Blackrock, un conglomerado que mueve unos 12 trillones de dólares de clientes, tuvo que rechazar al ESG después de haber sido uno de sus promotores., para evitar la pérdida de clientes. En realidad, son gigantes de cartón, porque las entidades financieras trabajan con el dinero de sus clientes, que se van a otro sitio si ven que algo no les gusta. Lo mismo está pasando con las empresas de Walt Disney, que se están enterando por primera vez cómo golpea el boicot.
Los países más influenciados por los globalistas, después de USA, son Canadá, Holanda y Australia. Como es bien sabido, esta influencia está contribuyendo a una movida política hacia la derecha y este fenómeno, lógicamente, tiene sus características propias en cada país. Lo más reciente, en este sentido, se ha manifestado en las elecciones recientes de Holanda. Alemania y tantos otros países presentan movimientos tectónicos en las opciones políticas de sus ciudadanos, que durante el último año se han convencido del mal juego de los globalistas, que siguen con su método antiguo de comprar a funcionarios oficiales, produciéndose así una connivencia delictual entre el gran capital y el estado (https://www.youtube.com/watch?v=-QAcvmT63Hg ). Aquí cabe alabar a toda una serie de países latinoamericanos que se han opuesto rotundamente a venderse por dinero (https://www.youtube.com/watch?v=OcBynl35Cts&t=376s)