El móvil y la pantalla destruye a los niños

El móvil y la pantalla destruye a los niños

Peter Kopa, 1.5.2024, Praga

https://www.youtube.com/watch?v=Bn3QmcAwI5Q&pp=ygULcHJvZi4gSGFpZHQ%3D

Presentación del tema y del Prof. Haidt

Ofrecemos una recensión de una entrevista reciente con el Prof. Haidt. A sus 60 años de edad es profesor de la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York y posiblemente uno de los científicos sociales más prolíficos de nuestro tiempo. Su último libro «La pantalla y los niños: el devastador impacto de las redes sociales en la salud mental de toda una generación», es una advertencia para la generación Z, que son los nacidos después de 1995.

Datos preocupantes

Desde los albores de la humanidad hasta principios de la década de 2010, los niños jugaban como cualquier otro mamífero. Así se les activa óptimamente el cerebro. Pero de pronto, hacia 2012, la salud mental de los jóvenes cayó en picado. Sobre todo, entre las chicas, pero también entre los chicos. Ansiedad, depresión, autolesiones, suicidio: todas estas curvas estadísticas se disparan hacia arriba. No había señales de esto en 2010. Así que algo ocurrió en torno a 2012. La única explicación plausible es el uso generalizado de los teléfonos inteligentes en combinación con las redes sociales, entre los niños a partir de 2010. Esta es la causa de esta crisis mundial de salud mental: el cambio completo de una infancia basada en el juego, que hemos tenido durante millones de años, a una infancia basada en el teléfono.

Miremos a algunos datos estadísticos desde 2010: las tasas de depresión y ansiedad en Estados Unidos -bastante estables en la década del 2000- aumentaron más del 50%, en muchos estudios, entre 2010 y 2019. La tasa de suicidio aumentó un 48% entre los adolescentes de 10 a 19 años. Para las niñas de 10 a 14 años, aumentó un 131 por ciento. Y patrones similares surgieron en la misma época en Canadá, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, los países nórdicos y otros países. Según diversos indicadores y en diversos países, los miembros de la Generación Z padecen ansiedad, depresión, autolesiones y otros trastornos afines, a niveles superiores a los de cualquier otra generación de la que tengamos datos.

El deterioro de la salud mental es sólo una de las muchas señales de que algo va mal. La soledad y la falta de amigos entre los adolescentes estadounidenses comenzaron a aumentar en torno a 2012. El rendimiento académico también descendió. Según «The Nation’s Report Card», las puntuaciones en lectura y matemáticas de los estudiantes estadounidenses empezaron a descender a partir de 2012, después de décadas de aumento lento pero constante. Según PISA, la principal medida internacional de eficacia escolar, muestra que los descensos en matemáticas, lectura y ciencias se produjeron a nivel mundial, también a partir de la década de 2010.

El Prof. Haidt concluye que esta crisis de la salud psíquica tiene su origen en el paso de una infancia del juego y del movimiento, que ha sido así desde hace millones de años, a una infancia basada en el teléfono y la pantalla. Esto lleva a que los niños tengan menos amigos, duermen mal y se pierden la rica experiencia del mundo exterior, cuyos estímulos diversos son necesarios para el desarrollo sano de su inteligencia. Y el aislamiento impuesto innecesariamente por la pandemia empeoró aún más esta dependencia.

¿Cómo superar la adicción a la pantalla?

El impacto transformativo de las redes sociales se debe sobre todo a que dependen de ellas la totalidad del grupo social. Por tanto, esto exige remedios colectivos, como escuelas libres de teléfonos móviles. Cabe pensar también en cierta disciplina en la vida familiar y social, igual como se ha impuesto el no fumar en ambientes interiores. Lo importante es que la pantalla se mantenga a raya al menos hasta los 14 años para el Smartphone y hasta los 16 años para las redes sociales. https://thinktanklatam.org/adolescentes-en-usa-progresista-2/

Uno de los malos efectos de estar muchas horas al día en la nube online es la pérdida de la capacidad de mantener una concentración prolongada , porque el cerebro se hecho pasivo, esperando los estímulos de sonidos e input virtual. Un síntoma de esto lo vemos tantas veces, incluso en personas ya mayores, que, durante una conversación o una breve espera, siempre toman su teléfono y miran absortos a la pantalla.

El Prof. Haidt advierte que la IA podría empeorar aún más el problema a nivel de videojuegos. Nos dice que lo peor no son tanto las películas como los videos cortos al estilo de Instagram Reels, TikTok y YouTube shorts, porque frecuentemente su contenido es extraño y denigrante, donde no falta el ingrediente pornográfico. En general este tipo de estimulaciones fuertes de las neuronas de dopamina influye negativamente en el desarrollo cerebral durante la pubertad, cuando se mira la pantalla durante tres horas diarias o más. Sin embargo, hay formas y ejercicios para revertir esta degradación, antes de los 25 años de edad. Haidt afirma que esto no se puede solucionar con algoritmos ´terapéuticos´, porque lo esencial es que los niños y púberes abandonen la burbuja online y salgan a hacer deporte, andar en bici, estar con amigos etc.

Nos dice que si bien lo que ha hecho grande a USA es sobre todo la propia iniciativa, resulta que ahora la nueva generación recibe en herencia un mundo en la que ellos no se han autorealizado, por lo que su responsabilidad social y política es deficiente. Les falta creatividad y capacidad de reflexión ante los desafíos reales que plantea la vida misma. Esto explica tanto abandono de los estudios en el sector educativo. Demasiados jóvenes así se retiran a su cascarón online, llegando al extremo de enamorarse de una chica creada por la inteligencia artificial y de sufrir por ella. Y en el mundo laboral les cuesta encontrar su sitio. https://thinktanklatam.org/el-privilegio-de-los-hijos-de-familia/

Nuestros comentarios

Los padres y el personal escolar tienen que encontrar la forma ´política´ de solucionar este problema. Por ejemplo, lanzar desafíos deportivos al aire libre, ir a sitios atractivos, o atraer la atención hacia lecturas con suspense y emoción. Lo que hay que evitar es la confrontación autoritaria dura, a no ser que sea razonable en algún caso. Los niños y niñas tienen que jugar y moverse, cada uno a su estilo, también para confirmar el propio sexo. Lo más importante de todo es que los padres dediquen más tiempo a sus hijos porque, antes de aparecer la dependencia a la pantalla, lo que más atrae a los niños es estar con sus padres. Lo ideal sería al menos cenar todos juntos, todos los días, y dedicarles mucho tiempo los fines de semana, o buscar clubs donde se ofrece un programa atractivo de actividades.

Está pendiente pensar también en el lado positivo de las tecnologías online. Siempre las innovaciones han exigido una periodo adaptativo, como, por ejemplo, el primer viaje en ferrocarril en Gran Bretaňa. Entonces se advertía, que ir a una velocidad mayor que la de un caballo a todo galope podría enloquecer!

Mobile and screen destroys children

Peter Kopa, 1.5.2024, Prague

https://www.youtube.com/watch?v=Bn3QmcAwI5Q&pp=ygULcHJvZi4gSGFpZHQ%3D

Presentation of the question and of Prof. Haidt

We offer a review of a recent interview with Prof. Haidt. At 60 years of age, he is a professor at the Stern School of Business at New York University and arguably one of the most prolific social scientists of our time. His latest book, “The Screen and the Kids: The Devastating Impact of Social Networking on the Mental Health of an Entire Generation,” is a cautionary tale for Generation Z, those born after 1995.

Worrying facts

From the dawn of humanity until the early 2010s, children played like any other mammal. That’s how their brains were optimally activated. But suddenly, around 2012, the mental health of young people plummeted. Especially among girls, but also among boys. Anxiety, depression, self-harm, suicide: all these statistical curves shoot upwards. There were no signs of this in 2010. So something happened around 2012. The only plausible explanation is the widespread use of smartphones in combination with social networks, among children from 2010 onwards. This is the cause of this global mental health crisis: the complete shift from a play-based childhood, which we have had for millions of years, to a phone-based childhood.

Let’s look at some statistical data since 2010: rates of depression and anxiety in the United States – fairly stable in the 2000s – increased by more than 50%, in many studies, between 2010 and 2019. Suicide rates increased 48% among adolescents aged 10 to 19. For girls ages 10 to 14, it increased 131 percent. And similar patterns emerged around the same time in Canada, the United Kingdom, Australia, New Zealand, the Nordic countries and other countries. According to various indicators and in various countries, members of Generation Z suffer from anxiety, depression, self-harm and related disorders at higher levels than any other generation for which we have data.

Deteriorating mental health is just one of many signs that something is wrong. Loneliness and lack of friends among U.S. teens began to increase around 2012. Academic performance also declined. According to “The Nation’s Report Card,” U.S. students’ reading and math scores began declining beginning in 2012, after decades of slow but steady increases. According to PISA, the leading international measure of school effectiveness, shows that declines in math, reading and science occurred globally, also starting in the 2010s.

Prof. Haidt concludes that this crisis in psychological health has its origin in the shift from a childhood of play and movement, which has been the case for millions of years, to a childhood based on the telephone and the screen. This leads to children having fewer friends, sleeping poorly and missing out on the rich experience of the outside world, whose diverse stimuli are necessary for the healthy development of their intelligence. And the isolation unnecessarily imposed by the pandemic made this dependence even worse.

How to overcome screen addiction?

The transformative impact of social networks is mainly due to the fact that the entire social group depends on them. This calls for collective remedies, such as mobile phone-free schools. It is also worth considering a certain discipline in family and social life, in the same way that no smoking indoors has been imposed. The important thing is that the screen is kept at bay at least until the age of 14 for smartphones and until the age of 16 for social networks. https://thinktanklatam.org/adolescentes-en-usa-progresista-2/

One of the bad effects of spending many hours a day in the online cloud is the loss of the ability to maintain prolonged concentration, because the brain becomes passive, waiting for sound stimuli and virtual input. A symptom of this we see so often, even in older people, who, during a conversation or a short wait, always pick up their phone and stare absorbedly at the screen.

Prof. Haidt warns that AI could make the problem even worse at the level of video games. He tells us that the worst thing is not so much movies as short videos in the style of Instagram Reels, TikTok and YouTube shorts, because often their content is bizarre and demeaning, where the pornographic ingredient is not lacking. In general this type of strong stimulation of dopamine neurons negatively influences brain development during puberty, when watching the screen for three hours a day or more. However, there are ways and exercises to reverse this degradation, before the age of 25. Haidt states that this cannot be solved with ‘therapeutic’ algorithms, because the essential thing is for children and teenagers to leave the online bubble and go out to play sports, ride a bike, be with friends, etc.

He tells us that although what has made the USA great is above all their own initiative, it turns out that now the new generation is inheriting a world in which they have not been self-realized, so their social and political responsibility is deficient. They lack creativity and the ability to reflect on the real challenges of life itself. This explains so many dropouts in the educational sector. Too many such young people retreat into their online shell, going so far as to fall in love with a girl created by artificial intelligence and suffer for her. And in the working world, they find it hard to find their place. https://thinktanklatam.org/el-privilegio-de-los-hijos-de-familia/

Our comments

Parents and school staff have to find a ‘political’ way to solve this problem. For example, launch outdoor sports challenges, go to attractive places, or draw attention to readings with suspense and excitement. What is to be avoided is harsh authoritarian confrontation, unless it is reasonable in some cases. Boys and girls have to play and move, each in his or her own style, also to confirm one’s own gender. The most important thing of all is for parents to spend more time with their children because, before screen dependency appears, what children are most attracted to is being with their parents. Ideally, they should at least have dinner together every day and spend a lot of time with them on weekends, or look for clubs that offer an attractive program of activities.

It is also important to think about the positive side of online technologies. Innovations have always required an adaptive period, as, for example, the first rail travel in Great Britain. At the time, it was warned that going faster than the speed of a galloping horse could drive you mad!