Compra de hijos diseñados industrialmente

Compra de hijos diseñados industrialmente

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Peter Kopa, 25.2.2018

            Hace un ano, en Londres tuvo lugar una feria sobre la fertilidad humana, dirigiéndose a uniones homosexuales, que, por lo visto, están creando el mercado de venta de esperma. Incluso se ofrecen ´apps´ que están conectados al banco londinense de esperma, que permite filtrar la paternidad según el color de los ojos, de la piel etc. etc., que, entre otros desastres, manifiesta preferencias raciales, como el color verde de los ojos. Y con una frialdad industrial también se puede elegir la técnica: la inseminación, la fertilización in-vitro o incluso la implantación de embriones fecundados previamente congelados.

            Todo esto suena a reproducción de animales destinados a la matanza, a precios de mercado que pueden llegar hasta los 15.000 USD para un hijo de cinco estrellas. Sobre todo las mujeres  en edad límite para el embarazo son las que están dispuestas a pagar lo que sea con tal de quedar embarazadas. La edad media de las clientas es de 32 anos.

            Por un lado, el aborto legal mata de a millones a los niños no nacidos y por el otro se fuerza el embarazo de cualquier manera. Este sólo hecho es demostración más que suficiente de que nuestro tiempo ha perdido en parte el buen rumbo en al vida personal y social, porque se cultiva de hecho una visión materialista en todo.

            Esta evolución, al final, pretenderá arrasar el derecho a la vida de los viejos, que serán matados en cumplimiento de una ley que definirá el costo económico máximo del mantenimiento de una persona de más de 70 anos. Y de la homosexualidad se pasará luego al bestialismo y desde genderismo se buscará la forma de satisfacer el deseo de ser un oso, un caballo o una ballena. Ya ahora se está experimentando a puertas cerradas sobre las posibilidades de hibridación del hombre con algunos animales. O sea, que aquello de la ciencia ficción sobre seres homínidos, que son hombre y lobo a la vez, quizás podría ser verdad de alguna manera, y hasta podrían ser criados en masa en úteros artificiales, a medida de los deseos del cliente. Y así se podrán llegar a crear orcos y zombies manipulables electrónicamente desde la cúpula de un poder tiránico…

            Podríamos dejar correr la imaginación por muchas páginas y páginas más, pero lo importante es comprender que el hombre, sin la moral tradicional y sin fe en Dios, está destinado al fracaso personal, social y civilizatorio en toda la línea. Es esto mismo lo que tocamos día a día en Europa: el hombre no debe hacer todo lo que puede, sino sólo dentro de los límites de la moral y del buen sentido. Es gravísimo el que muchos estados no tengan esta sensibilidad, lo que obliga a todos los demás, es decir a las personas, grupos y estados, a movilizarse ahora con proclamaciones y campanas de todo tipo.