Satanás en retirada
La redacción, Praga, 22.5.2025
https://thinktanklatam.org/5241/
Aquí ofrecemos la traducción del artículo publicado en la ´The Daily Declaration´ el 16.5.2025, escrito por Peter Bain. Este medio online se publica en Sídney, Australia. El texto original puede leerse en la versión inglesa.
Breve introducción
- Roumie denunciando la acción diabólica: https://www.youtube.com/watch?v=_Fa0JVZrAm8&ab_channel=MakeFaithFamous
Desde siempre, en la historia del hombre, al lado del principio del bien vinculado a Dios o a los dioses (en el animismo se creía que cada fuerza natural tenía su propio dios, como es el caso de Grecia), siempre ha existido el contrapunto del mal, o de los espíritus malos. Recién con la revelación bíblica se conoce la verdad de un sólo Dios. Después de muchos años de aparente predominio del mal en la atmosfera cultural de Occidente, hoy estamos viendo atónitos el retorno a la fe desde donde menos se esperaba: nada menos desde Hollywood: https://dailydeclaration.org.au/2025/05/21/american-idol-revival/?utm_
Por tanto, reflexionar sobre el mal y sus agentes satánicos ya no es algo de cuentos para niños, sino que es una realidad pura y dura actual, en proceso de hundimiento. Basta pensar en el culto satánico abierto en los países líderes, y, a nivel individual, ¿quién no ha sufrido el mal en su esencia, que se manifiesta sobre todo en las mentiras, como, por ejemplo, en la pandemia del COVID 19?
Citamos a continuación el artículo de ´The Daily Declaration´:
Al igual que en el antiguo Israel, las fuerzas de las tinieblas en el mundo y en la Iglesia de hoy no siempre se presentan como grotescas o abiertamente malvadas. En cambio, a menudo se disfrazan de causas o movimientos ilustrados, llenos de espíritus antiguos disfrazados con un lenguaje progresista.
Tal como los antiguos ídolos como Baal, Astarté, Moloc y Tamuz sedujeron a Israel con promesas de prosperidad, fertilidad, seguridad y pluralismo religioso, sus sucesores siguen manifestándose hoy a través de movimientos modernos, que se presentan compasivos, inclusivos o hasta socialmente necesarios. Sin embargo, pueden llevar en su interior fuerzas sutiles pero poderosas que deforman la verdad bíblica.
El espíritu detrás del movimiento LGBT
La diosa Astarté (también llamada Astarot o Ishtar) estaba asociada en los templos paganos con la fertilidad, la fluidez de género y con la prostitución. Sus antiguos cultos difuminaban las diferencias sexuales y exaltaban la experiencia sensual por encima de la verdad. Cuando se desenmascara, vemos que este antiguo espíritu inspira hoy las redefiniciones radicales de la identidad sexual.
En el movimiento LGBT, particularmente en sus ramas más militantes o ideológicas, vemos ecos del antiguo espíritu de Astarté:
- Confusión de género e inversión del orden natural (Romanos 1:26-27).
- Celebración del orgullo como virtud, una afrenta directa a la humildad bíblica (Santiago 4:6).
- El desmantelamiento del matrimonio tradicional, que es la imagen profética de la unión de Cristo y la Iglesia (Efesios 5:31-32).
Aunque los seguidores de Cristo deben afirmar siempre la dignidad de todo ser humano y el llamado a amar a todas las personas, hay una distinción entre el amor y la afirmación del pecado. Cuando las iglesias bendicen las uniones entre personas del mismo sexo o nombran líderes que viven en abierta rebelión contra la ética sexual bíblica, se están sometiendo sin saberlo al espíritu de Astarté, una fuerza seductora que llama malo al bien y lo bueno lo señala como malo (Isaías 5:20).
- Moloc y los sacrificios modernos: el precio de la comodidad
Moloc, el dios amonita, exigía el sacrificio de niños. Su manifestación moderna es la normalización del aborto, a menudo justificada con el pretexto de problemas económicas o sociales. A menudo enmarcado como una cuestión de «derechos» o «atención sanitaria», a lo que alude el caso Roe contra Wade en 1972. Una estimación conservadora de los abortos en todo el mundo asciende a 3500 millones, lo que supone un asombroso 40 % de la población actual de la Tierra.
Incluso en algunas iglesias no católicas, el silencio sobre este tema o la redefinición de la vida y la deformación moral reflejan una escalofriante aceptación de las antiguas exigencias de Moloch. El derramamiento de sangre inocente, ya sea en Canaán o en una clínica moderna, sigue clamando a Dios (Génesis 4:10).
- Baal y la idolatría del progreso
Baal representaba el poder, la prosperidad y el clima, las fuerzas que gobernaban la agricultura y la riqueza. En su forma moderna, el espíritu de Baal puede inspirar idolátricamente el consumismo, la exaltación de la prosperidad y los logros humanos.
Los movimientos o ideologías que idolatran el éxito material o la redistribución económica por encima de los principios morales y espirituales pueden estar, en su raíz, animados por el espíritu de Baal.
- Tamuz y la espiritualidad del victimismo: reinterpretando la reconciliación indígena
Tamuz era llorado con llanto meramente ritual (Ezequiel 8:14), un símbolo de lamento espiritual que en última instancia resultaba infructuoso porque sustituía el arrepentimiento real y el retorno a Yahvé por la emoción ritual. Hoy en día, algunos elementos de la espiritualidad indígena y los movimientos de reconciliación pueden suponer involuntariamente como caballos de Troya espirituales.
Si bien los cristianos afirman acertadamente el llamado a la justicia, a la sanación y la reconciliación para los pueblos indígenas, especialmente en naciones como Canadá, Australia y Estados Unidos, surgen preocupaciones cuando:
- Las iglesias incorporan prácticas espirituales no cristianas en el culto cristiano.
- La reconciliación se convierte en un nuevo evangelio de culpa colectiva en lugar de la salvación personal en Cristo.
- El victimismo se eleva por encima de la reconciliación victoriosa en Cristo.
La verdadera reconciliación solo viene a través de la cruz (2 Corintios 5:18-19), no a través de la sacralización de los espíritus tribales o las deidades culturales. Mezclar el culto cristiano con los rituales indígenas es, en realidad, dar entrada a espíritus antiguos como Dragón o Quemos bajo el pretexto del respeto cultural.
La complicidad de la Iglesia: el espíritu de Jezabel en su interior
Jesús reprendió a la iglesia de Tiatira por tolerar a la mujer «Jezabel», que se hacía llamar profetisa y llevaba a los siervos de Dios a la inmoralidad sexual y la idolatría (Apocalipsis 2:20). Hoy en día, el espíritu de Jezabel prospera no solo en la cultura secular, sino también en algunos pastores y sacerdotes:
- Los teólogos progresistas redefinen el pecado y la salvación.
- Las voces proféticas falsas bendicen las relaciones no bíblicas y el sincretismo.
- Los líderes impíos temen más la reacción pública que el juicio divino.
El demonio prospera donde se compromete la verdad en nombre de la «inclusión», de la «tolerancia» o de la conveniencia política. Su fin es siempre el mismo: apostasía, condenación y muerte (Apocalipsis 2:21-23).
Discernimiento en la era del ángel de la luz
Satanás sigue disfrazándose de ángel de luz (2 Corintios 11:14), ofreciendo causas que parecen justas, caminos que parecen compasivos e identidades que parecen auténticas. Pero, en última instancia, estas causas falsas alejan de la verdad de Dios. Los espíritus de Baal, Astarté, Moloc, Jezabel y otros no han muerto; solo han cambiado de apariencia.
Los creyentes deben poner a prueba todos los espíritus (1 Juan 4:1), aferrarse a la sana doctrina (2 Timoteo 4:3-4) y recordar que la relevancia cultural nunca debe lograrse en detrimento de la fidelidad bíblica.
En esta guerra espiritual, el silencio no es neutralidad, es rendición. La Iglesia y los cristianos debe levantarse con discernimiento, amor y verdad inquebrantable, exponiendo las obras de las tinieblas (Efesios 5:11) y manteniéndose firme en la luz de Cristo.